Conocí a Abderrahman Salguero cuando aún era Ramón Salguero, y ambos compartíamos patio, bar y estudios de Filología. En aquella época éramos unos ilusos, y en vez de estudiar solo por obtener el diploma, también queríamos aprender y saber el porqué de los asuntos. A esto dedicábamos largas sesiones en la playa de la … Continuado