
Dos enormes niños flacos me tiraron la torta. Yo, un niño delgado, de muy baja estatura. Él, me defendió. Mi vecino, mi amigo. El de toda la vida. Le tendió una patada sobre la rodilla al más alto y salimos corriendo. De eso me acuerdo. De eso me acuerdo muy bien. Los años nos … Continuado