
Allí yacía el piano en una esquina del salón, siempre laureado con un jarrón de flores frescas, entre el metrónomo y la fotografía de Margarita. Yo no entendía la función de aquel instrumento silencioso que ya nadie tocaba. Como solución le propuse a mi madre aprender a tocarlo, que me llevara a clases de piano. … Continuado