Prólogo
No imagino un mundo sin poesía.
Para mí, un poema es una fracción de un instante estampado en un papel y cada uno de sus versos las pinceladas que construyen con estilo propio ese ínfimo momento tan intenso como breve. La peculiaridad de los recursos utilizados en este género radica en la libertad de expresar en una impronta la fragilidad de la propia vida, bailando en un amplio espectro entre belleza y bajeza, y es que la poesía no te juzga, te permite viajar escudriñando los sentimientos que prefieras manifestar, no antepone el gozo a la amargura ni el amor al dolor, sino que iguala la valía de emociones y pasiones haciendo que el periplo que recorres a través de ella fundamente nuestra alma.
Apasionada del arte desde que tengo uso de razón, anduve rodeada de paletas de pintura y todos mis libros, fui una niña de extrañas compañías con Rimbaud y Neruda susurrándome al oído. Al pasar los años me perdía entre mis versos de igual forma que me perdía en mis cuadros haciendo que comprendiera que las diferencias entre arte plástico y poesía son meras tesituras del mismo lenguaje, en todas sus dimensiones nos aportan una perspectiva única en el crecimiento personal y también en el desarrollo propio de la sociedad. El arte es libertad.
En este poemario intento conducir al lector a través de un yo intimista y desnudo que de manera visceral, recorre en diagonal mi cuerpo haciendo tres paradas clave durante el camino. La Soledad, que como una alegoría pretende expresar que la definición de una persona empieza en el momento en que escucha su propia respiración, sus propios latidos y en cómo lidia con ello. En Portales nos apeamos en una estación distinta, la de los recuerdos, y en la magnitud de cada uno de ellos. Llegamos al final con Miedo, aun concibiendo el miedo como una parada obligatoria en cualquier trayecto, nunca estamos preparados para recibirlo y provoca respuestas que no siempre son las más eficientes.
Espero que mis susurros también te acompañen.
Sección: Soledad
Poema: Luciérnaga ciega
La soledad tiene algo hermoso
Su ancha capa te da cobijo
pero al protegerte tanto
esconde la salida
y la pequeña luz de la cordura,
esa vieja luciérnaga ciega
se convertirá en termita
cuando la desesperación se la lleve
y cuando el último de mis gritos
no lo oiga nadie;
veré que la vieja luciérnaga
al final
no encontró el camino.
© All rights reserved Malén Moll
Malén nació en Mallorca. Si le preguntas, te dirá que aun recorriendo mil vidas, querría nacer en cada una de ellas en la tierra que lleva tatuada en cada gota de sus venas, su isla.
Estudió cultura clásica y pintura. Apasionada de las antiguas lenguas así como de cada uno de los colores que existen en la naturaleza ha dedicado su vida a la búsqueda de la expresión y el estudio de la belleza así como de la fealdad. Poeta y letrista. En su etapa más naturalista empezó a explorar sus propias palabras. Eso la llevó a una fase más madurativa y experimental donde curó su estilo tanto poético como narrativo. Ha publicado microrrelatos y relatos y ha participado en una antología con varios autores escogidos.