
-¿Ves la luz, Natalia? -No veo nada, no se ve nada. -Natalia, tiene que haber una luz, ¿por qué no la sigues? -No, no, está oscuro y tengo frío. –Natalia tirita y se abraza a sí misma. Le cuesta hablar. -Te estás negando la evidencia, Natalia. Hay una luz. –le explica con paciencia el terapeuta. … Continuado