humo Mi mano está cansada de ser mano. Ya nome pertenece. Le pican sus uñas moradas del recuerdo de llagas y cuerdas vocales. Sus dedos no anuncian ni huesos ni carne. Escupen palabras –o voces– que rasgan el cuerpo: Reniego de estéreos rascando mi oído (o las vestiduras que … Continuado