EL INQUISIDOR I Cerré la puerta de la iglesia. Atrás quedaron los ruidos de la calle, los motores de los coches, el pregón de los vendedores ambulantes, las mujeres con sus minifaldas, los deseos voluptuosos, las hembras que buscan el pecado con frenesí… en fin, ese pobre mundo en poder del amo de … Continuado