En Contrabando (1938) nos asalta desde el principio un léxico marino que además de rico es muy cubano: rabi-rubia, cherna, serrucho, dientuso, colorao, pargo, caballerote, cabrilla, cojinúa. La lista es impresionante y mi pesca es más que suficiente para hacer un estudio lingüístico de su narrativa. Sin embargo, no voy a tomar ese camino, … Continuado