
“El viento nos llevará”, decíamos, “como a una pareja de fragatas magníficas sobrevolando las playas de Osa; nos acarreará como a dos halcones peregrinos hasta el Palacio de los Vientos en Jaipur; nos mecerá como a dos gaviotas juguetonas riéndose al admirar el Mármara desde su reino etéreo”. “Le vent nous portera”, cantábamos, abrazados … Continuado