
Sionismo para portar el gen cultural –– ¡O el muy brillante destino del elegido! El niño hace rebotar una pelota que cae al barro al otro lado de la alambrada; las pisadas son paradójicas en un campo minado. Su corazón late de prisa como un detector de metales, lentamente, la pelota amarilla rueda hasta detenerse. … Continuado