
Borgiana Había fatigado sombras apenas vulneradas por amarillos del ocaso, por algún brillo de acero, por un candil; y sombras de sombras, anticipos de la vana sombra final. Ya la unánime noche cae sobre la palabra, desmantelando las frases. Ya devora el corralón, una manzana entera, los arrabales últimos, la candente memoria de una espada. Ya … Continuado