
Como todas las mañanas, se levantó a las 6 en punto. Tomó un ligero desayuno que acompañó con la lectura de dos diarios. Vio el reloj. El tiempo le alcanzaría perfecto para todo lo que debía hacer. Compraría ladrillos y alquilaría dos andamios para el nuevo proyecto de construcción que estaba dirigiendo. Iría a la … Continuado