VEJEZ: la lentitud del verbo. Eduard Reboll
Mientras jugaba con una pelota de colores en la cocina, mi abuelo, con una navaja de pescador en la mano, sacaba la piel de las sardinas antes de ponerlas en la cazuela. El plateado de las escamas se esparcía por la superficie de las baldosas como nieve plástica. Y, el acto de agacharse a recogerlas, … Continuado