LUCECITAS BAJO EL AGUA*. Luis G. Torres Bustillos
Para doña Norberta Venimos a dar a este pequeño pueblo cuando Vicenta, la madrina de mi mamá, murió y le dejó su casa como única herencia. Ella, mis dos hermanas y yo, vivíamos en la capital. Para entonces, pasábamos una época muy difícil, pues su sueldo no alcanzaba para mucho. Volver al pueblo donde madre … Continuado