
Mi primer servicio fue a los once años. “Servicio”, así nos enseñó mi padre a decirle al negocio. Seguramente se lo escuchó al abuelo, como tantas y tantas palabras que heredamos, muestra de que las personas mueren, las palabras no… si lo sabré yo. En ese entonces todo era un juego. Sí, un juego, pero … Continuado