-¿Cómo ha ido la semana, Natalia? –pregunta el psicoterapeuta. -Yo diría que muy bien. -¿Muy bien? –le interroga interesado. No es normal en ella una respuesta positiva. -Sí, mejor que nunca. Una sonrisa de satisfacción se dibuja en la cara del joven psicólogo. Natalia es, con diferencia, su paciente más complicada. Se podía decir que … Continuado
Etiqueta: Nefertiti y los zombis
-El cerdo nace y luego se cría para que pueda ir al matadero, ¿lo entiendes, Alba? -Sí, tía, pero cuando nacen son pequeñitos y rosas, ¿verdad? –contesta la niña, mientras sujeta con la mano izquierda una copa de helado color fucsia. En la derecha, una cucharilla prácticamente levita entre sus dedos. Parece una pequeña directora … Continuado
Nada era predecible y nadie podía haberlo evitado. Me gustaban los juegos de rol, las consolas, los cómics, las novelas de misterio y las pelis de terror, entre gore y psicothrillers. Era fan de La condesa sangrienta de Alejandra Pizarnik. Y nunca me pregunté por qué. ¿Para qué? No hubiera tenido ningún sentido hacerlo. Las … Continuado
Domingo por la mañana. Por fin la luz. Venturoso día primaveral que rompe el maleficio del frío. Uno de esos que obligan a contemplar el cielo aunque no haya nada que esperar. Un acto reflejo para muchos, no para ella. -¿Eres tú Nef? –La interpelada asiente.─ Te hubiera reconocido entre un millón. Me encanta tu … Continuado
Los besos se me escapan de los labios, se me ocultan bajo la lengua y acabo tragándomelos. Son sorbos amargos que me endurecen hasta el velo del paladar, que me dejan en las encías, en el cielo de la boca, en la lengua un regusto desagradable. Es una sensación correosa que solivianta mis papilas gustativas, … Continuado
-Nef, siempre pensé que serías así. Eres mi alma gemela. -No deberías decir esas cosas. Todavía no me conoces. -Hay cosas que se saben desde el principio. Siento que te conozco desde hace mucho. En cuanto te vi lo supe. Ven aquí. –Y con su gesto intenta atraerla hacia sí, como si los brazos … Continuado
Bien mirado salir a la luz del día tampoco estaba tan mal. Los colores se volvían definidos y brillantes, se reconocía el contorno de todas las cosas, y eso alegraba sin querer la vista. Era normal no tropezar en el hueco de los árboles o en los adoquines rotos, en los socavones inesperados de las … Continuado