
Dormía en el pasillo cuando no encontraba las llaves de su apartamento. La veía tirada en el piso, con su bata de casa gris y sus años inexpugnables. Un frío ficticio la hacía temblar. Afuera de su manto de sueño, el calor de Miami amenazaba de muerte. Con el verano incrustado en el calendario, ni … Continuado