En la literatura puertorriqueña, arde una llamarada solitaria que viene quemando sin sofocar con su humo. Es un fuego particular avivado con la leña de la soledades. Diversa y parecida a la vez, una fuerte presencia literaria llega a su solsticio irrefutable con un conjunto de escritores que crecieron con la promesa del mejor porvenir, … Continuado