
LA FUGA. Ana (Kika) López
Cayó por la pendiente escarpada de su existencia hasta quedar trabado entre dos piedras. Inmóvil, azotado por el viento, derretido en el fogaje del mediodía, escarbó con los dientes de sus raíces en la grieta protectora y alimentándose solamente de rocío, creció cual árbol en la ladera vertical del precipicio. Descubrió en los dibujos de … Continuar