
Decidí matar a Fidel Castro cuando le vi las nalgas a Menesleidys. Desde sus caderas el cuarto de Tula le cogió candela, se quedó dormida y no apagó la vela, papi. Pocas veces el Ball and Chain de la Calle 8 recibía a una bailarina con mar y malecón y luna llena incluidos. En su … Continuado