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Julio 2021

noche oscura. una casa un alcázar y otros poemas. Alejandra Atala

Letras bajo el volcán

Bajo el volcán es la novela que convirtió a una región de México en un hito literario. Cuernavaca, en particular, y Morelos, en general, se reconocen en ese Quauhnáhuac donde Malcolm Lowry sitúa su narración. Pero en ese mismo territorio, a medio camino entre la historia y el mito, personajes como Hernán Cortés, Alexander von Humboldt, Maximiliano y Carlota, Ignacio Manuel Altamirano, Alfonso Reyes, David Alfaro Siqueiros, Tamara de Lempicka, Pablo Neruda, Elena Garro, Gutierre Tibón, Erich Fromm, Iván Illich, Manuel Puig, entre muchos otros personajes, hallaron un espacio de sosiego y libertad que enmarcó sus proyectos.

Siguiendo esa tradición cultural, desde las últimas décadas del siglo XX, oriundos y residentes de la región —no hay distinción entre unos y otros— han nutrido un diálogo literario en el que se reúnen diversas voces, géneros y promociones. La sección “Letras bajo el Volcán” en Nagari Magazine busca precisamente tender un puente intelectual entre este fluir artístico de Morelos y el movimiento literario en español de Estados Unidos. Mes a mes se presentará una escritora o escritor morelense cuyas letras gozan de luz propia. El objetivo es claro y único: que en la literatura nos reconozcamos como parte de esa patria grande y transcendental que es el castellano en el Mundo.

Xalbador García

 

 

[noche oscura. una casa un alcázar]

 

Noche oscura. Una casa o un alcázar. Cortinas movidas ligeramente por el viento. Suspenso. Laberintos de velos móviles. Miedo. Siente su peso, el peso del arreo: los pendientes y el collar de grana. De grana o de rubí, o de grana, granada, malé kerimón. Siente la delicia de su hechura, la exquisitez de sus filigranas a la perfección colocadas a su pecho, a su cuello, a sus pómulos enmarcados y… ese roce fino, apenas perceptible, del toque de los zarcillos en sus mejillas. La enmarcan, la fijan, le otorgan la nobleza de amorosa autoridad.

Noche oscura en las terrazas. Algunas vasijas después del temblor están fuera de lugar. Obolongas y llenas de flores en su artesanía, dos, tres están volcadas. Ella levanta la mano, mira mirando, ordena, exige a cada una vuelva a su lugar. No hay duda en su voz, la voz corta, dirige precisa, abre la acción. Las vasijas vuelven a su sitio. Sulam se estremece. Atisba las potencias de Dios. Susto. Miedo. Temor. No vuelve la vista al cortinaje de laberinto oscuro, marcha hacia delante. Lleva a su hijo de la mano. Llega a una banca blanca cercana a una balaustrada. Se sienta. Palmerío. Levanta la vista y son las copas de las palmeras, multitud de verdes estrellas que pueblan la cúpula del cielo tachonado de luces que imantan la vista y obligan al espíritu a escalar los talles flexibles de las palmeras con los ojos y, encontrarse frente a frente, con ese resplandor de magia chispeantes. Asombro. Silencio. Reverencia.

Atónita, la vista en el cielo. Recibe el tronido chisporroteante de un cielo que se rasga en canal que es causa de vírgulas de metal dorado, rojo amarillo; guerra metálica que comienza a desprender del arpa su materia; lluvia de fuego incandescente, que no quema.

Dar la mano a su vástago, con paso ligero se alejan de aquella tempestad. Admiración, silencio, cobijo del buen Dios.   

 

 

 

[no busco el canto de las sirenas]

 

No busco el canto de las sirenas,

soy la sirena;

soy aquella voz en cuerpo,

pez que narra las hazañas

del océano.

Vivo inmersa en el agua,

vida burbujeando oxígenos,

bárbaras palabras;

por eso de mí se esconden,

por eso de mí se hechizan,

por eso de mí se asfixian

esos que creen que dominan de este mar,

los silencios abismales de la luz

en la oscuridad.

Canto a mi cuerpo de sonidos mustios,

valles afilados dientes de vocablos rudos,

música marina que dentro cabalga

en alas de aves y en cuerpo de arpegios submarinos.

Jilguero que del agua emerge

en olas de música suspensa:

rompe el viento, rompe el agua,

rompe el tímpano de islas ignoradas.

Soy la canción y soy el miedo

del poeta que hurga en los mares,

del apacible, silencioso desierto:

ensoñación que sueña, algún día,

en ser la realidad cifrada de ausencias.

Columbrada en lo profundo,

me deslizo por tus venas,

juego, muerdo, arrebato

la prístina huella de mi buen amado.

Sirena que es voz y que son las voces,

Pasamos de aliento que en suspiro

de letras tomas corporeidad

de escamas y aletas.

Senos voluptuosos que nutren

a Gargantúa y a Pantagruel,

kilómetros de líquido alimento

de claridades antes ignoradas

por la pausada sed de sombras

en claridosas madrugadas.

Sólo el silencio y la brea

queda en los oídos del marino,

que cree que busca y cuando se encuentra

escapa cual veloz pez a las velas

de mis núbiles barcas…

Barcas, océano, mar

Velamen que ensueña las palabras dichas

Y las que remontando en grupa suave…

serán dichas.

Todo está dicho, asusta el susto de la tinta,

azul astro de fuego del vientre que amanece

la vida que habita el mar,

que habita el mar,

que habita el mar de tu atrevida ignorancia,

cundo de tus dedos, emerge este canto,

el canto de las sirenas, que es el mío,

que es el tuyo, que es el de todos

quienes se abisman y no caen.

 

 

 

[el viento es el agua]

 

El viento es el agua,

agua en movimiento

que mis branquias exhalan

de mis cotillas,

la sangre que es fuego que abrasa

la herida.

Libera ya la lengua entumecida

del mar que arrebata

de la playa sus sirenas

secas de consuelo y de alegría.

Sueña ensoñación

tus párpados abiertos,

siempre abiertos a la pátina

marina en sus estaciones deseos.

Cuánta lava en tu vientre

se ha secado, mientras las olas

envuelven tu epidermis quemada.

Deja ya ese canto de siglos

Macerado en tintas de pleamar.

Busca, sirena, en tu entraña salada

la luz del alba siempre,

la sombra fresca

de praderas largas,

siempre.

Ven, acércate a esta roca,

volcán del mar,

en donde

beso y boca, son la misma cosa.

 

* Poemas del libro Escrita, voz (Colección Cocodrilo, Universidad de Guanajuato, 2019).

 

 

© All rights reserved Alejandra Atala

Alejandra Atala, poeta, narradora y ensayista. Su crianza literaria comienza guiada por el escritor hidalguense Ricardo Garibay. Es egresada de Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma Metropolitana. Hizo algunos estudios de posgrado, en literatura, en Houston, Tx. Se graduó con Excelencia de la Maestría en Estudios de la Diferencia Sexual en la Universidad de Barcelona. Es doctoranda en Filosofía por El Colegio de Morelos. Cuenta con experiencia psicoanalítica por más de 20 años. Ha sido becaria del FOECA. Desde hace veinticinco años y hasta la fecha, imparte talleres literarios y conferencias. Fue creadora y conductora de Vuelo entre líneas, programa radiofónico y televisivo, de literatura y poesía. Estuvo al frente de la coordinación del Fondo Editorial del Instituto de Cultura del estado de Morelos. Escribe artículos literarios y reseñas, en La Jornada Semanal. Ha escrito más de 70 presentaciones de libros. Fue responsable del programa de Cátedras de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Fue miembro del consejo editorial y columnista en la revista Voz de la Tribu de la Coordinación de Comunicación Universitaria de la UAEM. Es docente del Instituto de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales de la UAEM. Imparte seminarios en El Colegio de Morelos. El 17 de abril de 2016 fue galardonada con la Medalla de Honor por la Cultura, por el Congreso del Estado de Morelos.

Entre sus obras publicadas se encuentran: Tapicería de cuentos, Ed. Vid, 1997; Confitería de letras (narraciones,) MVS Editorial, 2002; Francisca (novela corta), 2003, primera edición y Ed. Felou, 2010; Ábrego entre los árboles (poemario), Ed. Toma y Lee, 2003; Señor mío y Dios mío. Ricardo Garibay, la fiera inteligencia, Ed. Océano, 2003 (primera edición), CECULTAH, 2013 y De otro tipo, 2014; Morelos, primavera de México, Ed. Lunwerg, 2008. Las virtudes (antología poética) Ed. Poesía en el Andén, 2008; Reposo del silencio (poesía), Ed. Porrúa, 2008; Charlas de café con Leona Vicario, Ed. Grijalbo, 2010; Pies de Trapo (Un duelo por mi madre), Ed. Porrúa, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y Secretaría de Cultura del Estado de Morelos, 2017; Del delirio al Amor, Teresa de Jesús (biografía poética), primera edición, Editorial Académica Española, y segunda edición, Quadrivium Editores (México), 2018 ; Escrita, la voz (poemario), Colecc. Cocodrilos. Universidad de Guanajuato, 2019.

 

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