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Noviembre 2023

El lienzo y los colores con los que pinto. H. Figueredo

Hace más de 40.000 años los artistas rupestres combinaban tierra, grasa animal, carbón y tiza para generar en las cavernas lo que probablemente era arte ritual. Avanzando en la historia unos cuantos milenios, los egipcios y luego romanos utilizaron minerales como cobre, lapislázuli, azufre, plomo, mercurio, óxidos de hierro y otros elementos de la naturaleza, generaban el blanco sellando tiras de plomo en vasijas de barro con vinagre y sellándolas con estiércol (lo cual me pareció curioso)… así generaban una mayor amplitud de colores, el arte seguía siendo una propuesta vinculada con el ritual y la religiosidad.

[Referencias tomadas de My Modern Met]

Foto Museo Metropolitano de Arte

En el Renacimiento, artistas como Van Eyck y Leonardo da Vinci se les atribuye ser los precursores de utilizar aceites para mezclar más fácilmente los colores. Esto les permitía ampliar la paleta de colores, pintar en capas y ahondar en el detalle y la definición para revolucionar el arte; ampliaban así el significado sugerido en el sujeto de la obra. Semejante a cómo sucede en la música, donde el silencio es el que adereza el contenido; en el arte pictórico los detalles sutiles son los que resaltan un significado más profundo.

Retrato de Cecilia Gallerani (1489-90)

El ingenio humano no tiene límites cuando se trata de expresar la visión de lo que ve en lo que percibe… al final, todo arte es un rito que nos amplia una dimensión de la realidad que experimentamos, donde el tiempo no se detiene, sino se expande y nuestra comprensión de lo que es no se define, sino al contrario desdibuja los bordes… precisamente por ello podemos “vernos” en las obras de arte. Para el artista, su obra le ayuda a descubrir lo que cree; pero, por la misma razón, a la vez la obra le construye y le hace más de lo que era antes de crearla. Eso es definitivamente Arte Ritual y el profundo sentido del arte es, quizás desde el renacimiento: sugerir, inspirar, aludir a una reflexión y hasta transformar al observador.

La Vida es un lienzo de gran formato

El arte, en cualquiera de sus disciplinas, utiliza recursos para construir la propuesta de visión del artista; igualmente nuestra vida es un lienzo donde nosotros construimos con nuestros actos, la visión que entendemos de la realidad. Nuestras creencias son la pasta con las que mezclamos nuestros colores, las ideas son nuestras brochas y pinceles, y nuestras decisiones, los trazos con los que llenamos de color el lienzo, durante los años que vivimos. La obra que generamos es la vida que nos hemos creado y vivimos.

Desde niños, vamos recopilando la “pasta”, o fundamentos con los que daremos tonalidad a nuestros colores. Pero no te engañes, hasta que la “obra” esté terminada, puedes ir ampliando esas creencias que definen las tonalidades con las que pintas. Pero si nos centramos y vivimos mucho con la mirada hacia atrás, entonces nos perdemos de aquello que “hoy y ahora” nos increpa en incorporar o transformar los fundamentos para ampliar nuestra paleta de colores. Así pues, si no estamos atentos a lo que la vida nos exige, nuestra obra queda limitada a ciertas tonalidades, y bien sabemos que, por ejemplo, la alegría y el agradecimiento tienen tonalidades que con ciertos colores no se alcanzan.

Al final, por muy “buenas” ideas que tengas, las brochas necesitan la perspectiva de la visión para hacer de los trazos una obra con sentido y trascendencia.

Hay un arte en el vivir,
hay un arte en el amar
y otro en el ser
… y todos están íntimamente vinculados
La belleza de la vida la creas con tus decisiones.

Si ves fealdad, falta de integridad, injusticia, víctimas o villanos, quizás es porque no te has dado cuenta de lo difícil que es hacer algo bello con Tu Lienzo. Si fuéramos un poco más humildes reconoceríamos la dificultad de ser un buen artista con nuestra vida y, en vez de criticar o molestarnos con el afuera, nos centraríamos en nuestro arte y agradeceríamos todo aquello que nos insta a conocer qué está limitando ampliar mi registro de colores y profundizar mi Visión de Vida.

Crear puede ser doloroso

Cuando el lienzo está en blanco, todo es posible. Esa apertura infinita puede ser destructora, avasallante e intimidante, por eso los pasos a nuevas fronteras, como un divorcio, finalizar una carrera, el fracaso de un proyecto, el nacimiento de tu primer hijo, pueden ser estresantes y profundamente retadores. Son puertas que tememos abrir.

El artista de la vida no es aquel que incursiona en ella sin temor, es aquel que la abre porque sin ese dolor no puede vivir. A veces, todo fluye, otras todo son sólo obstáculos… pero el artista sigue allí, es fiel a aquello que le llama y no le deja reposar sino en el esfuerzo por estar en comunión con su obra, porque sin ello sólo hay vacío y muerte.

Pero seamos claros, todo arte requiere disciplina… como todo en esta vida. Es en mi esfuerzo por crear un espacio para él, por cada día empujarme a mejor definir mi técnica; porque cuando descubro mi arte, me descubro a mi mismo y entiendo los avatares del mundo en mí mismo también. Sin sacrificio no hay logro. Podríamos decir que el sacrificio es el abono para la espiga del logro.

Todos tenemos más o menos talento, pero lo que hace la diferencia no es el talento, sino el tiempo que le dedico para pulirlo y hacerlo mío; entonces es cuando me transforma.

Yo no creo a mi obra, ella me crea a mi

La sangre artística corre por mis venas, no por ser descendiente de Emilio Boggio, sino porque soy parte de la humanidad y todos pintamos nuestra vida con los colores que escogemos. Pero es indispensable descubrir cuál es nuestra musa, qué nos inspira, que nos hace ir ese tramo adicional sin que sea un esfuerzo, sino más bien un regalo y por lo que tenemos que estar infinitamente agradecidos.

Conviértete en el artista de tu vida, descubre cómo tus creencias e ideas impactan alrededor y condicionan el tipo de arte que vives y compartes en casa, en el trabajo, en la calle. Tienes esa vena artística en ti, tienes ese potencial creador y transformador para hacer de tu vida una obra maestra, pero tienes que decidir hacerlo. Todo esfuerzo que hagas por entenderte y conocerte, aceptarte y abrazar tus contradicciones, te hace incrementar la paleta de colores con las que puedes colorear tu vida. Además, amplia y profundiza tu visión de lo que es vivir y alcanzar metas que trascenden meramente sobrevivir.

Nuestra obra nos define… he ahí el resultado del rito. Sé osado, descubre qué clase de Artista puedes llegar a ser

…en verdad a todos nos hace falta e inspira
personas que hagan de su vida un arte.
¡Regálanos tu verdadero arte!

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EL PUNTO a la i

El historial de la columna está en cdots.substack por si quieres revisar artículos anteriores.

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