Segunda entrega cine foro de Lo que el Viento se Llevó.

Para entender las dinámicas de un ser humano, nuestras entradas y salidas, los momentos de alegría, tristeza, desespero, confusión… en fin todo el abanico que comprende nuestra experiencia diaria es indispensable reconocer que no sabemos nada acerca de las fuentes de dónde proviene toda esa plétora de emociones. Tenemos una escasa percepción del hilo de continuidad que somos; qué ocasionó cierta emoción o experiencia. Pero si escudriñamos un poco, eso que creo que es la fuente de una emoción o una idea o acción inclusive, desconocemos por qué lo valoro o hago lo que hago. Atolondrado por el vacío de no saber, cierro los ojos de mi curiosidad y vivo mi vida de manera irreflexiva, sorprendiéndome de los golpes que recibo y aprendiendo a esquivarlos o, con suerte, a enfrentarlos.

Scarlett O’Hara es el perfecto ejemplo de ello.

Pero escribimos, vemos y leemos dramas para reconocer los patrones que me revelan qué esconde mi comportamiento e ir develando la trama de mi propia realidad. En otras ocasiones he escrito cómo los eventos cruciales de nuestras vidas son puntos en una línea que revela la trama de mi Historia Personal y hasta que no conozcamos qué historia estamos viviendo, seguiremos dándonos golpes innecesariamente. Aprovechemos esta historia de Scarlett para conocer la dinámica del ser, de lo que somos.

Espero que vengas leyéndome desde hace un tiempo y sepas que no veo ni comprendo las “cosas” en estancos.

Los estereotipos nos ayudan a enfocar algunas verdades

Los hombres y las mujeres somos muy, pero muy diferentes.

Los hombres
El reino bajo el que vivimos los hombres es el de la razón y la voluntad, la frontera que necesitamos resolver para avanzar es la violencia… necesitamos confrontarla afuera y adentro, y “¿Qué quiero?” es la pregunta existencial que orienta a cada hombre. “Conquistar el mundo” es un concepto masculino y cómo lo hago es crucial; “explotar” los recursos a los que tengo acceso es “natural” en ese reino en el que me esfuerzo por construir; por ello la violencia es la frontera a discernir, porque la tenemos a flor de piel, pero usarla sin discriminación puede destruirnos a nosotros más que el mundo que intentamos conquistar. Usamos la razón y la voluntad para doblegar la realidad y hacer que nos sirva. Eso es lo que mueve mi identidad masculina, pero es unidimensional, ese reino está incompleto… si dejamos que vaya a sus anchas, lo puede destruir todo por beneficio egoísta… necesitamos algo que nos salve de nosotros mismos.

Rhett Butler representa este estereotipo espléndidamente bien. Él tiene la violencia bajo su control, ve con claridad el mundo y actúa sobre él sacando ventaja de todos los flancos (Norte o Sur), es práctico y busca su beneficio antes de estar al servicio de ideales insignificantes como el honor o gentilicio; es franco, directo y no tiene miedo de decir lo que piensa. Deja claro quién es él en la escena al comienzo de la película donde, luego de la barbacoa y mientras las damas hacen la siesta, los caballeros discuten como el Norte es quién les impide consolidar el reino que ellos están tratando de hacer, y lo único honorable y correcto es la guerra.

Las mujeres
Como contraparte al hombre, la mujer siembra su reino en el mundo de las emociones y la creatividad, tiene afinidad para reconocer qué mueve el mundo detrás de las acciones, que anima las fuerzas que actúan sobre las personas. A ella le afecta cómo es percibida y, como consecuencia, busca ser el centro de atención y referencia. “¿Quién soy?” essu pregunta existencial y lo que ella necesita enfrentar y resolver. Sus habilidades se extienden para crear “espacios vitales” donde la vida se desarrolle emocional, estructural y físicamente. Su fortaleza está en las emociones, pero también puede ser su mayor debilidad mientras no resuelva ese “Quién Soy”. Tiene la capacidad de edificar maravillas a su alrededor o devastarlo todo si se lo propone… tanto actitudes, reputaciones o grupos. Si no contiene su fuerza vital, hace que toda una organización o familia gire en torno a ella y sus objetivos.

Scarlett O’Hara representa espléndidamente ese estereotipo en inconsciencia en LO QUE EL VIENTO SE LLEVO, sin saber quién es, va manipulando todos los hilos para que el mundo que le rodea gire en torno a ella. Con astucia manipula emociones, circunstancias, personas, lo que haga falta para que ella sea el centro de atracción. Es esa fuerza femenina que aún no ha resuelto la pregunta “¿Quién soy?” y, actuando su feminidad descontrolada, deja una estela de dolor y conflicto a su paso. La presentación de quién es comienza en la primera escena de la trama hasta cuando todas las mujeres aun duermen la siesta, y vemos a ella mirarse en el espejo antes de bajar a buscar a Ashley; esa mirada fría y determinada es su presente realidad descarnada.

Dos personajes como Rhett y Sacrlett van a generar una fisión nuclear fuera de control cuando se acerquen uno al otro, porque él no se dejará convertir en satélite y ella no conseguirá el reconocimiento de él en sus términos. Rhett ve en ella su contra parte, una mujer que es como él, “no se detiene a conseguir lo que quiere sin importar qué tenga que hacer”; ella sin embargo no le ve, Scarlett está enfatuada por Ashley, alguien que nunca la idolatrará, quizás por ello le atrae… busca desesperadamente alguien que le ponga un freno y; Rhett, con todo lo hombre que es, no es capaz de domar ese irrestricto espíritu femenino.

El amor verdadero puede cambiarlo todo (es más poderoso que mil bombas atómicas)

El personaje de Rhett es muy interesante, aun estando en la cárcel tiene todo bajo control y a todo sigue sacándole provecho. Lo único que no ha podido conquistar es a Scarlett, ahí todas sus tropas de habilidades terminan agotadas y sin lograr someterla. No sabemos por qué Rhett en un momento decide dar un giro en sus formas, y luego de la Marcha de Sherman, se une al ejército confederado y participa en la última resistencia antes del final de una guerra que ya estaba sentenciada. Tenemos suficientes indicios para pensar que fue el amor por Scarlett lo que lo cambia. El símbolo de ese cambio es su propuesta de matrimonio, cuando él claramente había dejado muy claro varias veces que “no era del tipo que se casa”.

La dura realidad

Hay amigos, y alguna amiga, que me han confesado que nunca se han enamorado en su vida. Yo me he enamorado varias veces y les comento que es un suplicio; te hace vulnerable a niveles que nunca estás preparado. Siempre te cambia, a veces para bien y otras no; pero ello depende de ti. Lo que sí, es que cada vez profundizas algo, porque es una oportunidad de crecer… hacerte vulnerable siempre lo es. En el caso de Rhett y Scarlett, él si se rindió, haciéndose vulnerable, la vida creció para él. Scarlett no lo hizo, y su mundo siguió pequeño y enquistado, enfatuada a un hombre que nunca le haría feliz.

Scarlett no ve a Rhett, empuja su relación con Ashley, aun cuando va en contra de toda decencia y razón… hasta enfrentarla con quién ella es en verdad. Entonces, cuando ella podía tener lo que creía que anhelaba, una vez que sabe que ya ha muerto Melanie y puede tener todo lo que anhelaba, entonces sale de la cueva de sus emociones y se da cuenta del error. Pero ya Rhett no está ahí esperándola, ya él ha pasado página: frankly my dear I don’t give a damn.

Las tragedias nos muestran nuestra fragilidad, pero nos pueden orientar también

Si Scarlett se hubiera humillado y hubiera seguido a Rhett sin quedarse con esa respuesta, no me cabe ninguna duda de que él hubiera considerado en verdad volver… pero ella se dijo, “ahora no voy a pensar en ello, me volveré loca si lo hago. Lo pensaré mañana (…) mañana será un nuevo día”. Nada había cambiado, seguía pensando en artimañas… el verdadero amor no busca estratagemas, se desnuda, se muestra vulnerable, confía que la verdad sea suficiente y asume las consecuencias… aún con un corazón roto.

La unión entre un hombre y una mujer es algo poderoso que puede transformar el mundo… somos ingenuos cuando pensamos que el poder de las instituciones, o el dinero o la influencia son los factores que pueden transformar el mundo haciéndole más conductivo para el desarrollo humano. Pensar un poco más, los que cambian el mundo son personas y si esas personas sólo buscan su beneficio individual y egotista… bueno, tenemos lo que tenemos. Es en las familias donde pueden sembrarse las fortalezas del coraje, la humildad, la determinación, el amor; es donde se fraguan las personas valiosas que pueden forjar un mundo mejor. Lo que pasa es que, para que esa fusión nuclear y reacción química en una pareja suceda, necesitan tiempo y ello no es posible si a cada obstáculo, la pareja se separa y no deja que el proceso de fusión y transformación sucedan.

Todos estamos llamados a incorporar la parte escondida dentro nuestro, pero es algo muy complejo y requiere de habilidades especiales y apoyo externo. Por ello el hombre y la mujer, con muy pocas excepciones, necesitamos el uno del otro para evolucionar, necesitamos de la fricción y tención de esa relación de opuestos para que se forje la metanoia y crear las condiciones para convertir el plomo en oro. La única manera de que suceda es un compromiso firme por parte de ambos: es un, sin importar las circunstancias, no saldré corriendo de este compromiso… “antes aguantábamos demasiado y ahora no aguantamos nada”, sabiamente me comentaba un amigo sobre el divorcio hoy en día.

Si lo que somos está escondido a nuestra consciencia, si reconozco que necesito ayuda para discernir mi camino, si me hacen falta habilidades para enfrentar las cosas duras de la vida, si no puedo nunca estar del todo seguro si mis actos están bien alineados con la bondad que la vida me puede ofrecer, ¿por qué no aceptar a un compañero/a de infortunios, unirme a ella/él y aventurarnos para descubrir de qué está hecha la Vida?

Dónde ver la película

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