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Diciembre 2025

El poeta galés Peter Thabit Jones: “La poesía es una forma de asegurar que las palabras y el lenguaje conserven su verdadero valor”. Entrevista por Luis Benítez

 

 

Destacado y ampliamente reconocido como poeta, editor, guionista operístico y multipremiado en todas las disciplinas que ejerce, el autor nacido en Swansea en 1951 brinda aquí precisiones acerca de su intensa actividad creativa desarrollada en Europa y América.

 

Imagen: cortesía del archivo del entrevistado

 

¿Cuáles son los temas principales de su obra poética?

 

La infancia es uno de ellos. Me criaron mis abuelos maternos galeses. Mi abuelo falleció en la cama del salón cuando yo era pequeño. Había sido soldado en la Primera y la Segunda Guerra Mundial y, a raíz de sus experiencias, se convirtió en pacifista. De niño, solía sentarme en Kilvey Hill, una colina imponente y sombría que dominaba la hilera de casas donde vivía en Eastside Swansea, Gales. Pasaba mucho tiempo allí arriba, solo, mirando y pensando. Incluso entonces, parafraseando a Edward Thomas, un poeta inglés, quería “exprimir el día al máximo”.

Luego, en la escuela, el Sr. James, mi profesor, leyó un poema, El Martín Pescador, del poeta y vagabundo galés W.H. Davies. El primer verso dice: “Fue el arcoiris el que te dio a luz”. Esa palabra, “arcoiris”, iluminó mi mente. De repente comprendí el poder de una sola palabra. Fue el verdadero comienzo para mí, cuando el lenguaje se convirtió en algo más que una simple forma de comunicación en el mundo cotidiano de las relaciones. El profesor James nos propuso un ejercicio: escribir un poema. Yo escribí uno titulado El Canario(de hecho, teníamos canarios en un cobertizo en nuestro jardín). El Sr. James analizó mi poema, pero también me enseñó a construir un poema de verdad, con rimas (internas y externas). Ese fue, para mí, el comienzo del aprendizaje del oficio, una habilidad que me acompañaría toda la vida. Comprendí la emoción de no saber qué me depararía el futuro cuando me llegaba la inspiración por primera vez, cuando empezaba a escribir un nuevo poema. Así que la infancia, mi abuelo y Kilvey Hill son temas recurrentes en muchos de mis libros de poesía y en una obra de teatro.

La muerte, otra tópica que abordo. Vivir con un anciano moribundo en cama influyó profundamente en mi concepción de la muerte desde muy temprana edad. A los trece años ya leía poesía de autores como John Keats, Dylan Thomas, Sylvia Plath y Edna St. Vincent Millay, y era socio habitual de la Biblioteca Central de Swansea, donde tomaba libros prestados con frecuencia. Esas obras solían abordar el tema de la muerte. En casa de mis abuelos el único libro que había era una Biblia.

La muerte de mi segundo hijo, Mathew, cuando tenía veinticuatro años, me sumió en una profunda tristeza, un callejón sin salida de dolor. Dejé de escribir durante tres años, dejé de enviar poemas a revistas, etc. Me había topado de frente con “la eterna nota de la tristeza”, parafraseando al poeta inglés Matthew Arnold. La vorágine de la vida, por supuesto, nos impulsa a seguir adelante, a retomar el ritmo frenético. Sin embargo, uno se ve embotado por el dolor palpable, los colores de la vida se oscurecen. Parece haber más sombras que luces. El corazón se hunde en el fango de la marea baja, día y noche. Las palabras perdieron su magia para mí. Un silencio sepulcral cubría mi voz interior. Era como un pájaro oscuro en un árbol invernal y esquelético, sin ganas de cantar. Me di cuenta, como escribí más tarde en un poema para mi hijo, Lectura de poesía: Granja de Robert Frost, Nuevo Hampshire, EE.UU., de que “simplemente soy un cantante, canto mi propia cancion”. ¿Qué otra cosa podía hacer sino escribir? Llevaba escribiendo seriamente desde los once años. Cuando la poesía regresó a mí, supe que no podía apoyarme en la voz poética ni en las experiencias de otro. Siento que fue el verdadero comienzo del descubrimiento de mi propia voz poética. Sin embargo, la pérdida de mi hijo está siempre presente en mi visión poética, siempre presente en mi vida.

La guerra es otro de los temas de mi poesía. El poeta de la Primera Guerra Mundial, Wilfred Owen, dijo: “Todo lo que un poeta puede hacer hoy es advertir; por eso los verdaderos poetas deben ser veraces”. Y el poeta irlandés Seamus Heaney, que creció en medio del conflicto en Irlanda del Norte, dijo una vez: “…ninguna letra ha detenido jamás un tanque”. Incluso John Keats dijo: “¿Qué puedes hacer tú, o toda tu tribu, contra el gran mundo? Eres un ser soñador”. Como poeta, me siento en un punto intermedio entre esas dos afirmaciones. Soy consciente de mi deber como poeta de intentar elevar el debate sobre ciertos temas, pero también de las limitaciones de lo que la poesía puede hacer por —y contra— la mayoría de la gente.

Creo que a veces, sobre todo en la poesía, cuando la política se entromete, la poesía se desvanece. Algunos poetas terminan “haciendo propaganda política” y la poesía se resiente. Pero, dicho esto, uno es primero un ser humano y luego un poeta. Por lo tanto, la poesía como protesta es vital. Como padre y abuelo, no puedo evitar preocuparme por lo que sucede en el mundo.

Uno de los cursos universitarios que impartí fue “Reportando los años treinta: La poesía de W. H. Auden, Stephen Spender, Cecil Day-Lewis y Louis MacNeice”. Analizaba las dos ideologías políticas de la época y las respuestas de los cuatro poetas a aquellos tiempos oscuros de los años treinta. Actualmente, se libra una batalla de ideologías en la política de todo el mundo occidental, y se está volviendo muy desagradable.

En el pasado, he sido sutil al hacer declaraciones políticas. Mi poema Rata, por ejemplo, trata sobre cómo el miedo puede intensificarse hasta que la lógica y el sentido común desaparecen. En aquel entonces, pensaba en cómo los políticos y los medios de comunicación utilizan el miedo para atemorizar a la gente, alejándola del “otro”, de sus chivos expiatorios.

En cuanto a si esto puede generar un cambio, solo cabe esperar que algo de la literatura política de calidad que producen poetas y escritores cale hondo en la vida de las personas. Sin embargo, gran parte del público parece absorto en las distracciones tecnológicas que se les ofrecen constantemente. Distracciones tecnológicas que los alejan del mundo real y de los enormes problemas que enfrentamos como criaturas en este hermoso planeta. Sí, creo que sigue siendo un planeta hermoso y que tiene un gran potencial para crear igualdad, vidas dignas y futuros esperanzadores para todos, si tan solo empezáramos a pensar en cambiar el rumbo del desastroso materialismo instantáneo y nos centráramos en construir un mundo mejor para todos. Como dijo John Lennon: “Podéis decir que soy un soñador, pero no soy el único”. Esperemos que el número de soñadores crezca con cada nueva generación.

El poema de W. H. Auden, Epitafio para un tirano, es tan relevante hoy como lo fue en 1939, lo que demuestra el poder y la perdurabilidad de un buen poema. Cuando me siento verdaderamente consternado por esta “era de ansiedad”, parafraseando a W. H. Auden, pienso en un verso de Dylan Thomas: “Este es el mundo. Ten fe”.

Junto al dinero y la política, los dos dioses eternos del poder y la veneración, la poesía puede parecer impotente, insignificante. Sin embargo, creo que, como seres de carne y hueso, sujetos al tiempo, siempre percibiremos algo más allá de nosotros, algo superior, un atisbo de eternidad, y por lo tanto, siempre buscaremos las verdaderas razones de la vida. Ahí es donde, para mí, entra la poesía. Incluso quienes no son poetas recurren a ella, ya sea a la de otros o a sus propios intentos, en momentos de duelo, guerra y grandes catástrofes. Son las palabras, no el dinero ni las posesiones, las que les reconfortan en esos momentos. “Las palabras son la droga más poderosa que conoce la humanidad”, escribió Rudyard Kipling. La poesía es una forma de asegurar que las palabras y el lenguaje conserven su verdadero valor, sus auténticas cualidades de conexión y exploración.

Y también se refiere mi poesía a la naturaleza. Cada verano, desde 2010, he sido escritor residente en Big Sur, California, durante dos meses, hospedado por la poeta y artista estadounidense Carolyn Mary Kleefeld. Resido en una cabaña muy aislada y pequeña, a unos quince minutos a pie del Océano Pacífico, sin acceso público a la playa en un radio de cincuenta kilómetros. Una señora me trae provisiones cada quince días. No hay televisión. La soledad no es para todos, aunque a mí me ha resultado verdaderamente inspiradora y he escrito un libro de poemas, Poemas desde una cabaña en Big Sur, tres obras de teatro y muchos más poemas para futuras colecciones. Trabajo en la pequeña habitación de la cabaña, en una mesa redonda. Trabajo, cocino, camino por la montaña y leo por las noches o reviso lo que he escrito. A veces doy charlas o lecturas en Monterrey. Desde la cabaña puedo oír el constante murmullo de las olas. Uno se vuelve muy consciente de la increíble fuerza vital de la naturaleza allí. Veo focas, a veces alguna ballena, pelícanos, mapaches, ciervos, un coyote una vez (de noche), conejos, lagartijas e incluso alguna que otra serpiente tomando el sol. Por eso me preocupa profundamente el impacto que estamos teniendo en el medio ambiente.

El ser humano necesita dominar, no solo la naturaleza, sino también a los demás. El ser humano aspira a ser como un dios, y someter la naturaleza salvaje quizá confirme esa faceta de su ego. Quizá también haya un elemento de envidia: la libertad de un águila en el cielo, la fuerza de un río, la majestuosidad de una montaña. La humanidad moderna también ha perdido su relación de respeto con la naturaleza. Los pueblos preliterarios comprendían y apreciaban el valor del mundo que habitaban, que eran meros visitantes fugaces de la Tierra, protectores de ella para las generaciones venideras.

Espero que haya un punto de inflexión, pero uno se siente tan pesimista la mayor parte del tiempo. El materialismo parece minar nuestra cordura, engañándonos para que no queramos ver el daño que realmente estamos causando. Tenemos que intentar hacer algo por las generaciones futuras, nuestros nietos, sus hijos y así sucesivamente. Para lograr cambios, debemos replantearnos todo este asunto del materialismo, esta mentalidad de ”comida rápida”, esta mentalidad de ”lo quiero, así que lo tengo”. Quizás la humanidad llegue a un punto crítico que no se pueda ignorar, una catástrofe natural o provocada por el hombre que lo paralice todo y que entonces fuerce un cambio real.

¿Cuáles son las influencias fundamentales de otros autores en su poética?

Entre los escritores galeses se encuentran Dylan Thomas, R. S. Thomas, Vernon Watkins, Idris Davies, Alun Lewis y Leslie Norris. Entre los ingleses, Thomas Hardy, Edward Thomas (probablemente mi poeta favorito de todos los tiempos y, por supuesto, amigo de Robert Frost), W. H. Auden, Ted Hughes y Philip Larkin (sobre todo por su enfoque de la técnica). Entre los irlandeses, W. B. Yeats y Seamus Heaney. Entre los estadounidenses, Robert Frost, Edna St. Vincent Millay, Benjamin De Casseres, Theodore Roethke y Stanley Kunitz. Entre los europeos, principalmente a través de traducciones, se encuentran Federico García Lorca (sus obras de teatro sin duda han influido en las mías), Arthur Rimbaud, Charles Baudelaire, Fernando Pessoa, Rilke, Czesław Miłosz y Menke Katz, el gran escritor yiddish. Me sentí honrado cuando su hijo Dovid me pidió que escribiera la reseña para la reedición de uno de los libros de Menke. Obviamente, hay muchos otros en mi trayectoria como escritor.

He aprendido mucho sobre técnica y temática gracias a ellos. Creo que un poema debe “cantar”, a diferencia de la prosa convencional. Como poeta galés, me interesa mucho la textura sonora del poema, “el color del decir”, como dijo Dylan Thomas. Utilizo muchos recursos, incluyendo una versión en inglés del cynghanedd, un complejo sistema de rima y aliteración en galés. Me gustan especialmente las formas de creación propia, que pueden usar ritmo, rima y métrica, pero también rimas débiles y otros “trucos del oficio”. Así que, incluso cuando escribo en verso libre, intento que el poema suene bien, que “cante” al leerlo en voz alta. Mi poema El mar de Big Sur es un buen ejemplo de lo que intento hacer fuera de las formas tradicionales. Solía ​​animar a mis alumnos a probar las formas tradicionales porque son una buena manera de practicar el uso del lenguaje, de controlar las palabras para que hagan lo que uno quiere. Veo las formas tradicionales como una aventura, no como una camisa de fuerza.

Para mí, escribir un poema lo es todo. La publicación es secundaria. El temor y la emoción de la página en blanco siguen siendo algo que me apasiona. Siento que la técnica facilita la comunicación, la conexión entre escritor y lector. Hay que emplear los recursos disponibles, es decir, la aplicación de la técnica, para que el lector sienta tristeza, perciba un paisaje nevado, escuche el eterno murmullo del océano, etc. El poeta galés R.S. Thomas dijo: “La poesía es religión, la religión es poesía”. Creo que se hacía eco de la “tarea sacerdotal” de Wordsworth. La poesía es para mí una vocación, como el sacerdocio, y sin duda creo que un poeta puede tener —citando a San Juan de la Cruz— “una noche oscura del alma”, cuando duda de la importancia de la poesía, del mismo modo que algunos sacerdotes atraviesan momentos de duda sobre su fe. Por otro lado, un verdadero poeta puede experimentar visiones de la eternidad, incluso “brotes de lo eterno”.

Parte de este compromiso, para mí, consiste en intentar transmitir la verdadera importancia del oficio poético en los poemas que escribo. Otro poeta galés, Vernon Watkins, amigo de Dylan Thomas, a menudo subestimado, dijo: “La fría artesanía es el mejor recipiente para el fuego”: una afirmación importante. Es el oficio el que toma el relevo de ese primer y emocionante impulso de inspiración; y es el oficio el que conduce al aspecto musical de la poesía, “el color del decir”, parafraseando a Dylan Thomas.

Una definición de oficio es: habilidad, técnica. También está vinculado a una vocación, un oficio, una profesión. El poeta irlandés y premio Nobel Seamus Heaney dijo una vez: “El oficio es lo que se aprende de otros versos. El oficio es la habilidad de crear”. Y Dylan Thomas le dijo a un estudiante estadounidense en 1951: “Soy un artesano de las palabras meticuloso, concienzudo, entregado y astuto…”. Utilizo todos los recursos a mi alcance para que mis poemas funcionen y se desarrollen en la dirección que deseo. Por eso, para mí, como poeta, no se trata solo de lo que se dice en un poema, sino de cómo se dice. Creo fervientemente en la musicalidad de la poesía, tanto en el sonido como en el sentido. Recurro a la rima consonante, la rima imperfecta, la asonancia, la consonancia, la onomatopeya, la repetición, la aliteración; en definitiva, a todos los trucos del oficio para acercarme lo máximo posible al tipo de poema que quiero plasmar en la página.

Desde su punto de vista, ¿cuál es la situación actual de la poesía en Su país (búsquedas estéticas, movimientos literarios, etc.)?

En Gales hay una escena literaria muy activa. Me interesa especialmente el trabajo de las pequeñas editoriales. Lancé mi sitio web www.seventhquarrypress.com en el Centro Dylan Thomas hace veinte años y publico una revista internacional de poesía semestral, libros literarios internacionales y he organizado festivales internacionales de poesía. Mi revista y mi editorial se inspiraron y recibieron el apoyo de mi editor neoyorquino, Stan, y sus proyectos editoriales de Cross-Cultural Communications. Siempre le estaré agradecido. Otras pequeñas editoriales y revistas independientes mantienen viva la poesía, al igual que quienes organizan recitales de poesía y eventos de micrófono abierto. Swansea, donde vivo, tiene una escena poética particularmente vibrante. Las redes sociales nos han permitido dar a conocer nuestro trabajo y, por lo tanto, llegar a un público más amplio.

Sobre Peter Thabit Jones

Peter Thabit Jones nació en Eastside Swansea, Gales, en mayo de 1951 y fue criado por sus abuelos maternos. Es autor de dieciséis libros, varios de los cuales han sido reeditados y cuatro publicados en Rumania. Su obra ha sido traducida a más de veinte idiomas.

En marzo de 2008, su editor estadounidense, Stanley H. Barkan, organizó una gira de lecturas de poesía de seis semanas para Peter y Aeronwy, la hija de Dylan Thomas. Ambos ofrecieron lecturas y talleres desde Nueva York hasta California, en numerosas universidades y prestigiosos espacios artísticos. Peter es también coautor, junto con Aeronwy, de la Guía a Pie de Dylan Thomas por Greenwich Village, que se menciona en la Enciclopedia de la Ciudad de Nueva York (Segunda Edición).

En 2006, la Asociación de Escritores Serbios lo invitó a Serbia para participar en el 43º Encuentro Internacional de Escritores en Belgrado. Fue poeta visitante en Rumania en 2008 y 2009, donde realizó lecturas y talleres de poesía en colegios y universidades.

Durante el verano de 2010, residió en Big Sur, California, como escritor residente, y regresó anualmente para realizar residencias de verano desde 2011 hasta 2025.

Jones ha participado en numerosos festivales y conferencias en América y Europa, entre ellas la Conferencia de Asuntos Mundiales de Colorado (2009), las Conferencias de NEMLA (Boston, 2013; Pensilvania, 2014; y Toronto, 2015) y el Festival de Poesía de Massachusetts. También organizó el proyecto «Estudiantes estadounidenses visitantes/Dylan Thomas en Gales» con el Knox College (Estados Unidos, 2010), un Festival Internacional de Poesía (2011) y un Festival de Teatro (2012) en el Teatro Dylan Thomas de Swansea. Estos dos últimos eventos se enmarcaron en una colaboración continua con Cross-Cultural Communications (Nueva York).

En 2014, participó en varios Encuentros en el Reino Unido y Estados Unidos para celebrar el centenario del nacimiento de Dylan Thomas. Se lanzaron el libro y la aplicación móvil del recorrido a pie por Greenwich Village, Nueva York, de Dylan Thomas; la aplicación fue presentada por el entonces Honorable Carwyn Jones, Primer Ministro de Gales, acompañado por Peter y Hannah Ellis, nieta de Thomas, en Nueva York. Peter también fue coorganizador de un concurso internacional y multilingüe de escritura creativa sobre Dylan Thomas y organizador de una ruta de citas del centenario de Dylan Thomas en el Museo Nacional del Frente Marítimo de Swansea.

Su drama breve El poeta, el jorobado y el niño, basado en el poema “El jorobado en el parque”, de Dylan Thomas, está disponible en DVD. Formó parte de las celebraciones del centenario del Teatro Dylan Thomas de Swansea. La obra fue representada por actores del teatro en el Museo Nacional del Muelle de Swansea y en el Centro Galés de Londres, en mayo de 2013.

Peter es el fundador y editor de The Seventh Quarry Swansea Poetry Magazine, que publica poesía, traducciones, entrevistas y artículos de todo el mundo, y de la editorial complementaria The Seventh Quarry Press, que publica volúmenes internacionales de poesía, prosa y arte.

Su poema Kilvey Hill se incorporó a una vidriera permanente en la Escuela Comunitaria Saint Thomas de Swansea en 2007.

En abril de 2014, fue admitido en la Sociedad Phi Sigma Iota de la Universidad Estatal de Salem, Massachusetts, por su contribución a la literatura y a las traducciones literarias.

Ha recibido el Premio Eric Gregory de Poesía (The Society of Authors, Londres), el Premio de la Society of Authors, el Premio del Royal Literary Fund (Londres) y un premio del Arts Council of Wales. Ha sido premiado en numerosos concursos de poesía nacionales e internacionales. En 2016, The Poetry Kit (Reino Unido) le otorgó el Premio Ted Slade por su contribución a la poesía; en 2017, el Premio de Poesía Shabdaguchha (EE.UU.); y en 2017, la Medalla Europea Homero de Arte y Poesía.

Su poema Lamento por los soldados de la Primera Guerra Mundial fue incluido en la película Campanas en el Frente Occidental, dirigida y producida por Franco DeMarco (Holly Tree Productions). La película ha ganado varios premios internacionales, entre ellos el Primer Premio en el Festival Internacional de Cine de Gales de 2017 y el premio a Mejor Largometraje en el Festival de Cine de Europa del Este de 2022. El poema también se publicó en el folleto informativo oficial de la inauguración de una escultura conmemorativa en honor a los soldados del este de Swansea que murieron en la Primera Guerra Mundial. La escultura se encuentra junto al puente Tawe, en Swansea.

Su libreto de ópera de cámara El largo paseo de Ermesinde, escrito para la compositora Albena Petrovic Vratchanska, se estrenó en la Filarmónica de Luxemburgo en 2017; Su libreto para orquesta completa para ella, junto con Svetla Georgieva, titulado Amor y Celos, se estrenó en la Ópera Nacional de Stara Zagora, Bulgaria, en mayo de 2018. El largo camino de Ermesinde también se estrenó en la Ópera Nacional de Stara Zagora en diciembre de 2018, en el proyecto Spaziomusica de Cagliari, Italia, en 2023, y en las Semanas Musicales de Sofía, Bulgaria, en junio de 2025. Amor y Celos también se estrenó en el Teatro Nacional de Luxemburgo en diciembre de 2019. El silencio entre nosotros, un fragmento de Amor y Celos, interpretado en junio de 2021 en la Sala de Cámara de Bulgaria, ganó el premio “Música Eterna” 2021 del Canal 1 de la Televisión Nacional Búlgara (Вечната Muzika). Asimismo, obtuvo el Gran Premio/Evento 2021 en la Televisión Nacional Búlgara. Una representación de El silencio entre nosotros tuvo lugar en el Foyer Européen de Luxemburgo en enero de 2025. Su nueva ópera Mundo de sueños, con libreto de Jones y música de Albena, se estrenó en la Ópera y Ballet Nacional de Sofía, Bulgaria, en junio de 2023. Jones es mencionado en Mi mundo de la ópera, un libro sobre las óperas de Albena, publicado por Loctanphare Editions, Francia, en 2023. Dos de sus letras para canciones de Albena aparecen en su CD de 2024, Santuario/Melodías para voz y piano, de Naxos Records.

Su drama The Fire in the Wood, sobre el escultor californiano Edmund Kara, famoso por su escultura de Elizabeth Taylor en la película The Sandpiper, se estrenó en el Actors Studio de Newburyport, Massachusetts, en abril de 2017 y en la Biblioteca Henry Miller y el Centro Carl Cherry de California en mayo/junio de 2018. Su drama en verso The Boy and the Lion’s Head se representó en el Festival Internacional de Música y Artes de Swansea en 2018. Una lectura dramatizada completa de su obra Under the Raging Moon/One night with Dylan Thomas in Greenwich Village, tuvo lugar en la casa natal de Dylan Thomas en diciembre de 2022; y otra lectura dramatizada completa de la misma obra formó parte del Festival Fringe de Swansea de 2023. Su segundo drama sobre Dylan Thomas, The Rimbaud of Cwmdonkin Drive, fue leído en su totalidad por los Carmel Bay Players en la Casa McGowan de Monterey, California, en agosto de 2025. El encuentro ue organizado, producido y dirigido por el escritor y escultor estadounidense John Dotson.

Un retrato de Peter Thabit Jones, obra del artista nativo americano David Bunn Martine, se encuentra en exhibición permanente en The Poetry Place, Long Island, EE.UU.

Para mayor información, visitor: www.peterthabitjones.com

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© All rights reserved Luis Benítez

Luis Benítez nació en Buenos Aires el 10 de noviembre de 1956. Es miembro de la Academia Iberoamericana de Poesía, Capítulo de New York, (EE.UU.) con sede en la Columbia University, de la World Poetry Society (EE.UU.); de World Poets (Grecia) y del Advisory Board de Poetry Press (La India). Ha recibido numerosos reconocimientos tanto locales como internacionales, entre ellos, el Primer Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París, 1991); el Segundo Premio Bienal de la Poesía Argentina (Buenos Aires, 1992); Primer Premio Joven Literatura (Poesía) de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1996); Primer Premio del Concurso Internacional de Ficción (Montevideo, 1996); Primo Premio Tuscolorum Di Poesia (Sicilia, Italia, 1996); Primer Premio de Novela Letras de Oro (Buenos Aires, 2003); Accesit 10éme. Concours International de Poésie (París, 2003) y el Premio Internacional para Obra Publicada “Macedonio Palomino” (México, 2008). Ha recibido el título de Compagnon de la Poèsie de la Association La Porte des Poètes, con sede en la Université de La Sorbonne, París, Francia. Miembro de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la República Argentina. Sus 36 libros de poesía, ensayo, narrativa y teatro fueron publicados en Argentina, Chile, España, EE.UU., Italia, México, Suecia, Venezuela y Uruguay.

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