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Junio 2024

JOAQUÍN GONZÁLEZ. Enfoque referente. Gloria MiládelaRoca

 

En mi país nos enseñan a distinguir cómo y dónde viven nuestros indígenas y a respetarlos, aunque pocas veces tengamos contacto con ellos. De alguna tribu cercana a mi ciudad, conservo con orgullo algunas piezas utilitarias y también el cayado de un chamán que no me otorga ningún poder, pero me gusta tenerlo a la vista, por si acaso aprendiera a activar este privilegio.

Esta serie que a continuación veremos trata de la convivencia, el respeto y la dignidad que merecen las personas con costumbres diferentes a las que estamos habituados y de quienes deberíamos asimilar ciertos comportamientos. Aquí podremos percibir, no solamente la creatividad que de ellos se enriquece un artista, también descubriremos el valor que se necesita para convivir y merecer de estas culturas la aceptación y apertura a nuevos hombres, como lo ha logrado el creador cubano Joaquín González.

El artista, quien se ha incluido y hasta de cierta forma se ha mimetizado con ellos –los indígenas–, supo cómo plasmar cada experiencia en sus piezas, de una manera personal y característica, para dejarnos constancia de sus jornadas.

Ocasos y madrugadas transcurren cerca del fuego, que ofrece calidez y espanta las fieras y demonios que acechan cada senda, desde lejos. La cercanía entre todos, ceremonias y cánticos grupales también preservan la armonía y tranquilidad de cada habitante. Brebajes y alimentos, que contribuyen a entender y contemplar el pasado reciente y el lejano, de los pobladores de cada etnia visitada y la empatía que entre ellos existe, son recursos que igualmente aportan a tal fin y a la creación de esta serie pictórica.

 

Ocres y escarlatas se funden con el follaje y cielo refulgentes de esta serie. El almagre y la meditación son las sendas que transitan el fondo virgen de cada pieza del artista, y nos explican detalladamente, que las horas marcan el inicio y final da cada actividad, y la noche y el renovado albor son el auditorio tanto en los rituales como en la cotidianeidad, sin olvidar que la naturaleza con sus cuatro elementos, serán todos los determinantes del presente y la historia en cada faena comunal, bien sea alimentación, descanso o trabajo. La visión que el creador nos muestra aquí es indudable.

Con algunos trazos realizados de manera inesperada y otros más laboriosos, el artista expone una misteriosa cantidad de información, para invitar al espectador a descubrir un mundo sobre revelaciones detrás de la escena. Nos obliga a examinar concienzudamente cada pieza para deducir la narrativa que acontece en la obra, donde la fauna y los caminos tienen gran relevancia.

 

Tanto la luz rasante como la crepuscular, reflejan el tiempo en que a González le pareció favorable memorizar ciertas vivencias y luego ofrecernos una imagen retrospectiva, resultando en que la mirada del espectador será un testimonio ocular de lo vivido en esta serie, explorando la noción del tiempo como metáfora, en la construcción histórica y social de un pueblo. El artista toma una imagen a partir de experiencias, algunas basadas en el entorno otras en conversaciones, recreándolas en un enfoque abstracto, llegando así a ofrecernos una cultura visual como evidencia de sus viajes.

El creador, en su búsqueda incesante de sabiduría, también nos entrega este registro, como una parábola que se centra en las tradiciones que se podrían perder, argumentando en esta serie su forma de recuperarlas en una especie de necesidad y reconexión con la tierra y un estilo más elemental de cómo vivirla.

Estas obras de inquietante persuasión y poder son un discurso, que le ofrecen al espectador una simbología sobre la memoria histórica, la convivencia y la autosuficiencia. La abstracción figurativa permite que reconozcamos algunos pasajes, sin embargo, la sugerencia de lo misterioso permanece en cada una de las piezas.

Reconozco que estamos en un constante cambio en todos los sentidos y esto nos convierte cada vez más, en personas despreocupadas y de vida práctica, por decirlo de alguna manera. No soy un modelo de sensibilidad, pero definitivamente me cuestiono y noto cómo cada vez estamos más desconectados de nuestras causas.

No podré hacer uso de mi cayado para fomentar la responsabilidad ambiental y humana, ni el usufructo sensato del medio ambiente, pero de mi parte trataré de ser consiente y hacer al menos mi entorno más autosustentable, y de esta forma proporcionar cierto alivio a quienes tenga alrededor.

 

Gloria MiládelaRoca

 

Contacto con el artista:

Joaquín González

edicionesmalgon@yahoo.es

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La obra de Joaquín González invita a meditar en ella y hacer un viaje a nuestra naturaleza instintiva. Gracias Gloria por tus brillantes interpretaciones y análisis.
La señora Gloria MiládelaRoca realiza una excelente interpretación de la obra de Joaquín González; la aurora siempre nos ofrece profundo análisis, que nos permite conocer la.obra del artista. En cuanto al autor, su obra es excelente, muy bella y al mismo tiempo nos acerca a la cultura nativas.

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