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Octubre 2024

CUBA DESNUDA. Sobre la muestra fotográfica TRINCHERAS de Juan Carlos Mirabal. Dotty Vásquez Mantero

He titulado este artículo “Cuba Desnuda” como un reflejo de las emociones que me evocó la muestra fotográfica “Trincheras” de Juan Carlos Mirabal, fotógrafo cubano, que fue presentada en la galería Artefactus Cultural Project.

 

Esta exhibición reunió imágenes recopiladas durante casi veinte años y parece desvelar, con una profunda nostalgia, una Cuba desnuda: aquella Cuba que muchos solo conocen a través de relatos. El común de las personas imagina el desgaste de los años, pero no siempre comprende lo que ese desgaste arrastra consigo: ese paso cruel, indolente e inmutable del tiempo, que va desmoronando la historia de un país agonizante. Cuba intenta sobrevivir en las decadentes fachadas de sus casas y edificios, mientras cientos de historias personales —familias rotas, sueños truncados, esperanzas desvanecidas— se ocultan bajo las construcciones ya derruidas, vencidas por el olvido.

 

 

Mirabal, con un lente dolido y amoroso, captura una ciudad desnuda, avergonzada por su aspecto actual, pero que a la vez se atreve a mostrarse para servir como testimonio agonizante de lo que alguna vez fue y de lo que hicieron con ella. Mirabal la exhibe ante un mundo que avanza rápidamente hacia un futuro incierto, dejándola cada vez más atrás, relegada a su pasado.

Sin embargo, en la obra de Mirabal se percibe un mensaje dual: la Cuba que retrata Mirabal no se deja vencer del todo por la injusticia. Se lee la lucha de un pueblo que, aunque herido, busca desesperadamente reinventarse. Esa Cuba, forzada a vivir una nueva y austera cotidianidad, aún deja espacio para que los niños jueguen y rían, aunque sea por momentos. La danza de los años empuja al hombre a crear una nueva realidad para sobrevivir, y esa es la esencia de esta Cuba desnuda: una madre que acoge a sus hijos hambrientos, recicladores por excelencia, inventores de ilusiones y sueños nuevos, a pesar de su destrucción.

La imagen de la escultura *La Danza Eterna* de Roberto Fabelo, capturada por Mirabal con un ángulo contrapicado y una iluminación claroscura perfecta, refuerza el contraste con la realidad actual de Cuba. Pareciera ser una protesta silenciosa y a la vez irónica, que no solo habla del hambre, sino de un círculo interminable de necesidades insatisfechas y deseos reprimidos.

La obra de Mirabal es así: fotografía y poesía conjugadas en una danza simbiótica donde ya no se distinguen la una de la otra. La belleza de los grises en sus fotografías, el uso de técnicas de color en algunas, cada imagen nos invita a reflexionar infinitamente sobre un país que agoniza en soledad, impotente ante un mundo que, aunque lo ve, parece ignorarlo. Quizá, a través de esta mirada profunda, podamos redescubrir la dignidad que aún yace en las ruinas de una Cuba que se resiste obstinadamente a desaparecer.

 

Si quiere seguir admirando el trabajo de Juan Carlos Mirabal, esté atento a una muestra colectiva que se llevará a cabo muy pronto en la galería de Artefactus Cultural Project. Info@artefactus.us

 

 

© All rights reserved Dotty Vásquez Mantero

Dotty Vásquez Mantero nace en Lima, Perú en 1967. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Lima y fue profesora de Lenguaje Cinematográfico y Guión. En la actualidad ejerce como formadora, periodista y escritora de literatura infantil en la ciudad de Miami.

Dottyvasquez@gmail.com

 

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