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Septiembre 2025

CUANDO EL ALMA SE MUDA. Erendira Paz

Migrar no siempre es tomar un avión,

cruzar una frontera

o aprender otro idioma.

 

 

A veces migrar es como la oruga en su metamorfosis:

se rompe por dentro y por fuera,

para que renazca la mariposa

y emprenda su nuevo vuelo.

 

 

A veces migrar es un incendio silencioso que nadie ve.

Es sentir que algo dentro de ti

comienza a empacar su sombra para marcharse,

mientras afuera todo parece igual.

 

 

Se va la voz que aprendió a callarse para no incomodar.

Se va la niña que decía “sí” para no quedarse sola.

Se va la mujer que sobrevivía

adaptándose a todos, menos a sí misma.

 

 

No hay maletas.

No hay pasaporte.

Solo un nudo antiguo en la garganta,

tejido con palabras tragadas,

con llantos que solo escuchó el cuerpo,

y con un deseo urgente:

llegar a un lugar donde existir

no sea justificarse.

 

 

Cuando el alma se muda no es una fuga:

es una resurrección.

Es elegirte a ti misma

cuando todo alrededor exige que sigas fingiendo.

Es apagar la culpa

y encender la dignidad como una hoguera.

Porque quedarse, a veces,

es dejar de soñar y de vivir.

 

 

Es seguir sosteniendo la vida de todos menos la tuya.

Es maquillar la tristeza con eficiencia,

el hartazgo con paciencia,

la resignación con virtud.

 

 

He visto mujeres migrar sin cambiar de país.

Atravesar un matrimonio

como quien cruza una celda invisible.

Soltar el peso del deber ser

hasta sentir los hombros libres.

Caminar sobre el abismo de su historia

con el alma hecha trizas,

pero con la frente erguida,

porque incluso rota, el alma sabe caminar hacia la luz.

 

 

No es fácil comenzar sin mapa emocional.

Pero hay algo más fuerte que el miedo:

la certeza de merecer otra vida,

una que no duela,

que no niegue,

que te permita respirar sin pedir permiso.

 

 

La verdadera migración

es un acto de silencio y rebelión.

Es mirarte al espejo

y reconocerte sin máscaras.

Es dejar de esperar salvación

porque aprendiste a salvarte sola.

 

 

No hay maletas.

No hay pasaporte.

Solo queda un grito mudo

quemándome por dentro:

“Si me quedo aquí,

me apago para siempre.”

Cuando el alma se muda

no hay regreso.

Solo hay territorio nuevo:

íntimo, real, libre y fértil.

 

 

Un lugar donde por fin te habitas entera,

sin cadenas,

sin reproches,

solo con tu verdad presente.

 

 

Y desde ahí, sin moverte,

reconstruyes tu mundo.

No emigraste del país:

emigraste de la vida que te negaba.

 

 

Y en esa migración sin fronteras,

nace la vida que siempre estuvo destinada para ti,

la vida donde por fin

eres hogar de ti misma,

y desde ahí, cada paso

se vuelve semilla de libertad.

 

 

 

 

© All rights reserved Erendira Paz López

 

 

Erendira Paz López. Psicóloga clínica egresada de la Universidad Autónoma de Sinaloa (2006–2011), con especialización en salud mental, psicoterapia humanista, género y adicciones.

Ha trabajado en instituciones como el Hospital Pediátrico de Sinaloa, clínicas de rehabilitación y programas de formación con CEPAVIF y SEMUJERES.

Colaboradora en medios como TV Azteca Culiacán, TVP, Grupo ACIR y la revista Gente Sinaloa.

Cuenta con certificaciones otorgadas por CONOCER, CONADIC y la CNDH en violencia, derechos humanos y atención psicosocial.

Entre 2019 y 2022 coordinó en Culiacán las acciones de la Ley Sabina, enfocadas en la defensa de los derechos económicos y judiciales de madres e infancias.

Actualmente reside en Canadá, donde ejerce como terapeuta, acompañando a mujeres migrantes en sus procesos de empoderamiento, reconstrucción emocional y fortalecimiento identitario.

Queridas y queridos, Gracias por leerme y por dejar estas palabras tan profundas. Cada comentario que recibo —como los suyos— me recuerda que escribir no es un acto solitario: es tender puentes. Que alguien me diga que se sintió reflejada, que le llegó al corazón, que reconoció en estas líneas su propio proceso migrante o ese despertar de la valía… es, para mí, el verdadero sentido de compartir. Detrás de cada texto hay duelos, aprendizajes y también la esperanza de que, al ponerlos en palabras, otras mujeres y hombres encuentren un espejo, un alivio o una compañía. Ustedes lo han hecho posible con su lectura y su empatía. Gracias por ver en este camino no solo letras, sino vida, emociones y valentía. Gracias por acompañarme en este tránsito de soltar y de nombrar lo que duele y también lo que sana. Y a ti, papá… sé que lees estas líneas con ojos de orgullo. Gracias por recordarme, con tus palabras, que también soy esa hija fuerte, terca, resiliente y tierna que tú describes. Todo lo que escribo lleva un poco de la raíz que sembraste en mí. Con afecto y gratitud, Erendira
Es fuerte Es tierna Es testaruda Es resiliente Es ... Mi hija
Es el despertar de tu valía, despertar del inconsciente que has vivido hasta ese día, donde por fin te reconoces como eje de tu propia historia. Un transitar más común de lo que creemos. Excelente texto Erendira
Es el despertar de tu valía, despertar del inconsciente que has vivido hasta ese día, donde por fin te reconoces como eje de tu propia historia. Un transitar más común de lo que creemos.
Excelente metáfora poderosa que muestra cómo el dolor puede ser el inicio de la libertad.
Mi estimada Eréndira, siempre con escritos de aliento que reflejan la realidad de la vida y sus matices.
Excelente reflexión. Es un acto íntimo de valentía, una revolución silenciosa que comienza cuando decidimos dejar de sobrevivir para empezar a vivir desde la autenticidad, porque hay migraciones que no se ven, pero transforman.
Exelente artículo muy cierto la vida nos va dando caminos a seguir para aprender y mejorar felicidades este artículo ayudará a mucha gente gracias
Me senti reflejada en cada una de las líneas, como si supieran exactamente lo que siento y deseo expresar. Logré conectar con la forma de soltar todo aquello que no me permite avanzar.”
me sentí reflejada en cada una de las líneas, como si supieran exactamente lo que siento y deseo expresar. Logré conectar con la forma de soltar todo aquello que no me permite avanzar.”
Me encantó, me sentí reflejada en cada una de las líneas, como si supieran exactamente lo que siento y deseo expresar. Logré conectar con la forma de soltar todo aquello que no me permite avanzar.”
Me encantó, me sentí reflejada en cada una de las líneas, como si supieran exactamente lo que siento y deseo expresar. Logré conectar con la forma de soltar todo aquello que no me permite avanzar.”
Me encantó, me sentí reflejada en cada una de las líneas, como si supieran exactamente lo que siento y deseo expresar. Logré conectar con la forma de soltar todo aquello que no me permite avanzar.”
Cuando leí este escrito sentí que llegó a mi corazón porque solamente aquel que emigra sabe por los duelos internos, procesos, aprendizajes y sentimientos que uno siente por dentro y mucho más. Simplemente hermoso!
Buena reflexión de la vida, una nueva forma de dar término a lo que tememos dejar y un gran comienzo a todo lo nuevo.
Que la oruga sostenga en el capullo que le abraza, como una frazada a un bebé recién nacido para que cada respiro en ese nuevo espacio, sus alas no caigan, sino que su fuerza le haga volar más alto !.
De cuando en cuando se desea emigrar físicamente para salir de ese encierro
Aprende a Renacer desde el dolor y ser más grande que cualquier obstáculo...... dentro tuyo está la fuerza para lograrlo y dejar de ser un tirite de la circunstancias... Atrévete y lo lograras!!!!

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