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Marzo 2017

ANTES DE LA OSCURIDAD. Francisco Larios

Primero apresaron a los comunistas,

y yo no dije nada por que yo no era un comunista.
Luego se llevaron a los judíos,
y no dije nada porque yo no era un judío.
Luego vinieron por los obreros,
y no dije nada porque no era ni obrero ni sindicalista.
Luego se metieron con los católicos,
y no dije nada porque yo era protestante.
Y cuando finalmente vinieron por mí,
no quedaba nadie para protestar.

 

Bertold Brecht,

sobre un texto de Martin Niemöller.

 

Primero dijeron que los mexicanos

eran violadores y criminales

y yo no dije nada

porque no era mexicano.

 

Luego dijeron que ser musulmán

era ser terrorista

que había que censarlos,

vigilarlos, marcarlos,

cerrarles las puertas

y yo no dije nada porque yo

no era musulmán.

 

Luego anunciaron que arrasarían

con los países árabes

porque ahí se escondían

los enemigos de nuestra nación

y yo no dije nada

porque no vivía

en un país árabe.

 

Dijeron que matarían a las madres,

a los padres, a los hermanos,

a los tíos de los terroristas

y yo no dije nada porque yo

no era madre, ni padre,

ni hermano, ni tío

de un terrorista.

 

Dijeron que si nuestro ejército

tenía armas nucleares

¿por qué no iba a usarlas

en Europa o en el Medio Oriente?

y yo no dije nada porque yo

no era responsable de la decisión,

y si alguien la tomaba en mi nombre,

era para nuestro bien,

y por nuestra bondad.

 

Dijeron que a las mujeres les gustaba

que un hombre poderoso

las acosara

y yo no dije nada porque no era mujer,

y porque ¿a quién no gustaría

ser un hombre poderoso?

 

Dijeron que los latinos no trabajaban,

que infestaban sus vecindarios

de crimen

y yo no dije nada porque esos

no eran los latinos de mi barrio

ese no era mi barrio.

 

Dijeron que el primer

presidente negro

no era en verdad

uno de nosotros,

que no tenía derecho

a que la gente del país

lo eligiera Presidente

y yo no dije nada

porque yo

no era negro,

ni quería ser Presidente

ni quería que la gente del país

votara por mí.

 

Dijeron que a los homosexuales,

a los transexuales y a los bisexuales

había que curarlos

de la enfermedad

de ser homosexual,

transexual y bisexual,

y yo no dije nada porque yo

no era homosexual, ni transexual,

ni bisexual.

Dijeron que había que impedir

que ellos tuvieran derecho a comprar

pasteles de bodas,

para no perder nuestra libertad religiosa

y yo no dije nada,

porque yo no vendía

pasteles de bodas.

 

Dijeron que no había que dar

seguro médico

a quienes lo necesitaban y no podían pagar,

que eso costaba demasiado,

que eso era el comienzo de una tiranía

y yo no dije nada

porque yo no necesitaba

yo no dije nada porque yo no necesitaba.

 

Dijeron que la ciencia

era una conspiración contra mi país,

y yo no dije nada

porque no entendía

la ciencia.

 

Dijeron que la contaminación

y el calentamiento global

eran cuentos chinos

una trampa para destruir nuestra economía

y yo no dije nada porque ayer

vi en Fox News que caía nieve

en Minnesota

y vi que el mar estaba hoy

donde estaba ayer

y si subía algún día de nivel

como pronosticaban,

yo no tenía casa en el mar,

y si hacía más calor

tenía aire acondicionado

y todo lo que decían que iba a ocurrir

ocurriría

cien años después,

y para mí

cien años después

era lo mismo que nunca.

 

Dijeron que deportarían a Luis Ramírez González,

nacido en Venezuela

casado con Isabela Cifuentes,

nacida en Guatemala,

y padre de Ramirito,

nacido en Miami.

 

Dijeron que para mantener unida a la familia,

y ser fieles a nuestros principios morales,

en los cuales la familia es lo más importante,

deportarían también a Ramirito,

que cambiarían las leyes

que hacían a Ramirito ciudadano del país,

y yo no dije nada

porque hacía tiempo

que ya era ciudadano,

yo no dije nada porque no nací en Venezuela,

yo no dije nada porque no nací en Guatemala.

 

Dijeron que si cerraba la puerta

por la que antes

había entrado,

probaba mi lealtad.

 

Dijeron que si hacía callar

a quienes se oponían

estaba reconstruyendo

la grandeza del país.

 

Dijeron que la muralla no encerraba mi libertad

sino que guardaba nuestra grandeza

y yo no dije nada

porque dijeron,

y dijeron,

y anunciaron,

antes de aquellos oscuros días,

la oscuridad.

© All rights reserved Francisco Larios

Francisco Larios, escritor y traductor nicaragüense.  Ha publicado los poemarios: “Cada Sol Repetido”, anamá Ediciones, Managua, Nicaragua, Noviembre del 2010; “Astronomía de un sueño/Astronomy of a Dream”, Carmina in minima, Barcelona, 2013; “La red ante los ojos”, Editorial Rascacielos, Quito, Ecuador, 2015, y “La isla de Whitman”, Buenos Aires Poetry, Buenos Aires, Argentina, 2015.  Su poesía y traducciones han aparecido en numerosas revistas digitales e impresas en diferentes países. Poemas suyos han sido traducidos al italiano, griego, rumano, inglés y estonio. Vive actualmente en Estados Unidos, donde ejerce como consultor de economía internacional y catedrático.

 

Si Brecht levantara la cabeza...usarìa gafas de sol para escribir versos...las ùnicas posibles para "opacar la luz de la postverdad de Trump" . porque dijeron, y dijeron, y anunciaron, antes de aquellos oscuros días, la oscuridad

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