Es madrugada. No ha dejado de llover y me levanto para hacer un café, aunque el amanecer aun no llega. Me acompañan la soledad de los sillones, algunos pensamientos del día anterior y propósitosque tengo pendientes. También acuden a mi mente –al recorrer con la vista este escenario cotidiano— resonancias de nostalgias y alegrías: un repaso de la vida que he tenido, que definen quien soy.
Cuando he visto las imágenes de la creadora cubana Leticia Sánchez Toledo, a quien dedico esta reseña, confieso que inmediatamente advertí las historias narradas en cada una de sus piezas y en lo fácil que podemos identificarnos en estos escenarios, pues nos conducen a fracciones del tiempo que aparecen como quimeras detenidas en algunos de nuestros recuerdos.
La paleta dramática de esta creadora encadena la emoción al lienzo con un estilo tan audaz como incierto, ya que nos hace inferir en la intimidad de cada personaje y deliberar acerca de los acontecimientos que ocurren en cada escena. Los trazos firmes junto a los contrastes de sombras son sellos distintivos en estas obras, así como los escenarios de estilo retro, que es otra de las recurrencias que la creadora aporta en cada pieza.
Podemos ver en algunos trabajos cómo difumina ciertos elementos, adyacentes a la imagen nítida de la figura principal. La creadora recurre a la silueta femenina como su fundamento y en ella subyuga el abandono o la felicidad, representando esto a través de la mirada, tema de importancia en cada pieza. Leticia Toledo estructura sus composiciones en torno a retratos. Mujeres en situaciones de la vida real son el tema fundamental de sus obras, a través de las cuales revela la reflexión de la vida.
Las expresiones de sus modelos desvelan una referencia de emoción que se esconde bajo los rostros atractivos que penetran en la conciencia del espectador. El estilo de la artista, que se distingue por una aplicación excelente del pigmento con pinceladas apasionantes en contraste con tonalidades sutiles delicadas. Combinaciones de claroscuros dan cierta energía a la obra, al construir las formas mediante contrastes de sombra y luz.
Al contemplar la obra de la creadora, es inevitable ver la evidencia de la transmisión de historias y especialmente narrativas femeninas: soledad, desconcierto o desazón son lecturas presentes, donde Sánchez Toledo, conscientemente equilibra forma y contenido, lo que contribuye por igual a darnos un significado muy personal de cada pieza; una propuesta de la artista, pero como recipiente alegórico de propósito.
Expresiones faciales que plantean más preguntas que respuestas, donde el público deberá enfrentar la obra para lograr reconocer su propia línea de interpretación. Poses de manifiesta estructura, indican claramente que las obras pretenden registrar algún momento significativo.
Estas piezas realistas, de apariencia determinante arrastran la mirada del espectador hacia el foco onírico de la modelo, creando una transmisión entre el cuadro y lo que no se ve. Símbolos cuidadosamente colocados se combinan para describir una escena que transcurre como una espera, un encuentro o la soledad del ser, sumergido en la acción.
Se revela el alba con su luz naciente y tomo consciencia del ajetreo de un nuevo día, la rutina y otros pensamientos. Alistarme y salir es sinónimo de escenarios cotidianos que también traen consigo esas voces interiores que nos permiten reconocer que no estamos solos, aunque a veces desearíamos estarlo.
Gloria MiládelaRoca
Contacto con la artista:
Leticia Sánchez Toledo
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