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Febrero 2018

NORTH SIDE AND OTHER POEMS/EL NORTE DE LA CIUDAD Y OTROS POEMAS. George Franklin

North Side

 

In Chicago, in the year’s first snow

The tracks of a rabbit run across

The sidewalk.  Automobile exhaust

Hangs in the air like a bridal veil

On a consignment shop mannequin.

White mist embraces the tenements,

The grime-darkened brick of factories,

The fogged, lit windows of restaurants—

The wind is just the air shivering.

Later, by January, most of

The rabbits will have frozen to death,

Their rigid brown corpses discarded

By the curbs and alleys, garage doors,

And brittle hedges.  In the dim spring,

The survivors, coats molting thin, will

Furiously mate by the same curbs

And alleys, beneath the same hedges,

Driven by their own fragility.

After the snow has melted part way

And frozen again, I watch as one

Leaps down a path by a chain-link fence,

Ears alert, claws scratching at the ice.

 

 

El norte de la ciudad

 

En Chicago, en la primera nevada del año,

Las huellas de los conejos recorren

Las aceras.  Los gases de los automóviles

Flotan en el aire, como el velo de una novia

En un maniquí de almacén de segunda mano.

La niebla blanca envuelve los edificios

De apartamentos, el ladrillo oscurecido y siniestro

De las fábricas, las ventanas empañadas

Y encendidas de los restaurantes.

El viento es solo aire que tirita.

Pronto, en enero, la mayoría de los conejos

Habrán muerto congelados, sus cuerpos pardos,

Rígidos, desechados cerca de las cunetas,

De los callejones, las puertas de garajes

Y de los setos quebradizos. En la primavera sombría,

Los sobrevivientes, con el pelaje escaso por la muda,

Se aparearán con furia cerca de las mismas cunetas

Y callejones, debajo de los mismos setos,

Impulsados por su propia fragilidad.

Después de que la nieve se ha derretido en parte

Y se ha congelado otra vez, miro a uno saltar

Por un sendero, a lo largo de una cerca de alambre,

Sus orejas alertas, sus uñas arañan el hielo.

 

 

The Mole

 

Through oaks, morning shadows, speckled light.

On the golf course next door, lawnmowers

Swoop and retreat like low-flying planes—

A pilot-view: brown rooftops mottled

Green, the neighbor’s dog a moving dot.

Black pavement winds a long curve around

Apartment buildings, the white lines of

A parking lot.  Blake understood what

The eagle misses the mole perceives.

And me?  My glasses are smeared and damp.

 

 

El topo

 

A través de robles, sombras de la mañana, puntos de luz

En la campo vecino de golf, cortadoras de césped

Arremeten y se retiran como aviones que vuelan bajo.

La vista de un piloto: tejados pardos moteados

De verde, el perro de un vecino: un punto en movimiento.

El pavimento negro serpentea en  una curva larga

Alrededor de edificios de apartamentos, y de las líneas blancas

De un estacionamiento. Blake lo entendía:

Lo que el águila no ve lo percibe el topo.

¿Y yo? Mis anteojos están embadurnados y húmedos.

 

 

Abandon

 

Whoever I thought I was I’m not,

And what we did with our lips is not

Called kissing.  There is some other word

For that—our mouths pressed together,

Struggling for breath, a tourniquet tied

Around our lungs, desperate for each

Other’s skin, the taste of salt and faint

Smell of sweat, the texture of your hair

In my shaking hands, your pupils, mine,

Staring, words coming out of our mouths

That are not words, sounds that could be pain

Or some other thing, a language too

Intimate to be spoken by our

Tongues—if shadows could speak, their voices

Might cry out like this, bodies pressed hard

Against each other without boundaries.

If I was a person, now I’m not.

 

 

Abandono

 

No soy quienquiera creí ser

Y lo que hicimos con los labios

No es besar. Hay cualquier otro nombre

Para eso –nuestras bocas unidas se oprimían,

Luchaban por inhalar aire, un torniquete atado

Alrededor de los pulmones, ávidos

De la piel del otro, el olor a sal y el olor

Levísimo a sudor, la textura de tu pelo

En mis manos trémulas, tus pupilas, las mías,

Se miraban, salían palabras de nuestra boca

Que no eran palabras, tal vez sonidos de dolor

O cualquier otra cosa, un idioma demasiado íntimo,

Para ser articulado en nuestra lengua.

Si las sombras pudieran hablar, sus voces

Gritarían así. Cuerpos apretados con fuerza

El uno contra el otro, sin límites.

Si fui una persona, ya no lo soy.

 

© All rights reserved George Franklin

© All rights reserved regarding translations Ximena Gómez

 

George Franklin Además de escribir poesía, es abogado y da clases de escritura en cárceles del estado de la Florida. Recibió un grado de maestría en escritura creativa de la Universidad de Columbia, un doctorado de la Universidad de Brandeis y un doctorado en derecho de la Universidad de Miami. Sus poemas han aparecido en Salamander, The Threepenny Review, Verse, The Ghazal Page, Vending Machine Press, y Matter y su crítica literaria se ha publicado en ELH. La revista Alastor ha publicado en versión bilingüe de algunos de sus poemas.

 

Ximena Gómez Poeta, narradora, traductora, profesora de español como segunda lengua y psicóloga. Poemas suyos han aparecido en medios digitales e impresos como Nagari, Conexos y Círculo de Poesía. La editorial española Torremozas publicó su libro de poesía Habitación con moscas (2016). Uno de sus cuentos ha aparecido en la Nueva Antología de Poesía y Narrativa Hispanoamericana, publicada en Madrid España por la editorial Lord Byron Ediciones, en junio de 2017.

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