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Marzo 2016

LOS CUBANOS (… PERDÓN, LOS MÍOS) Eduard Reboll

Los cubanos ( …perdón los míos)

Mis primeros cubanos

El primer cubano que aparece en mi vida es -valga la curiosidad-  el que me dio indirectamente “vida” a mí: el mulato Antonio Machín. Una canción de este cantante unió a mis padres por allá los años 50 en un salón de baile en Barcelona, Angelitos Negros. En la discoteca privada de mi mentor, a parte de Frank Sinatra y Cole Porter, estaba Olga Guillot, que vivió un tiempo en mi ciudad. Le seguían Benny Moré, Sonora Matancera y La orquesta Aragón.

Llega mi época “revolucionaria” juvenil -…le duela a quién le duela fue así- y antes que decantarme por la nueva trova de Pablo Milanés o Silvio Rodríguez, yo prefería los ritmos del son montuno, la guaracha, o el guaguancó. La rumba de Pedrito Díaz, uno de lo fundadores de la Orquesta Mirasol en Barcelona. Antes… los ritmos de Juan Formell en manos de los Van Van e Irakere. O el jazz afrocubano de Machito y su orquesta. Chano Pozo, o los arreglos de Mario Bauzá. Oí a Celia Cruz por primera vez en una barra de prostitutas  -no; no piensen mal. Se había anunciando que en el bar de “señoritas” Tequila de la calle Escudellers en el famoso Barrio Chino de Barcelona, los marineros puertorriqueños del portaviones John F. Kennedy atracado en el puerto, en 1977 habían alquilado el local para la “primera fiesta de salsa” en la ciudad. Bajo el brazo de aquellos militares de la US Navy: La Fania All Stars junto a Tito Puente y La Reina. Aquella voz la volvería a escuchar de nuevo al venir a vivir a la Ciudad Mágica.

La familia cubana

Vinieron los Juegos Olímpicos de 1992. Yo era el Director de Formación del departamento de Hostelería de la Villa Olímpica de Montigalá. La fotocopiadora de mi despacho se había fundido. Mi émula, la  Directora del Logística y Alojamiento de NBC, se ofreció a que su secretaria estuviera a mi disposición en este asunto. Allí conocería a la que fuera la madre de mi hija Olímpia, la cubanita Mariana. Mi primer impacto fue escucharla en dos ámbitos distintos: “Yo bailo salsa…je je je como una Matancera”. Mentira; aquella mujer no sabía ni girar la cadera ni sabía quién era Willy Chirino, ni Gloria Estefan. La segunda fue escuchar el habla de la siguiente manera “No se preocupe por la copier yo le puedo printear lo que ustedes quieran”.  Era la primera vez que escuchaba spanglish en mi vida. El escritor y Premio Nobel Camilo José Cela tenía razón cuando visitó Miami. “Se empieza así… y así empieza una nueva lengua”. Mariana se había criado en New Jersey y su “honorable” padre. masón e hijo de Cárdenas al igual que su madre y el resto de la familia, eran gente buena que tuvieron que huir con lo puesto y ser recibidos en la Torre de la Libertad como cualquier otro refugiado que llegaba de la Isla a mediados de los 60.

Los cubanos de Miami (1)

El primer cubano de Miami que conocí tenía uniforme oscuro  y  mi pasaporte en la mano abierto. Miró detenidamente mis ojos y me dijo ¿Is this your first time in Miami?…Mi falta de respuesta le invitó a decirme “Tranquilo se lo diré en la lengua de José Martí…Bienvenido a América”. Aquel día descubrí que había un sustituto para Cervantes cuando utilizamos la lengua que nos une. Un poeta que yo solo conocía en aquel tiempo por la letra de una canción popular, Guantanamera.

Vinieron otros que me dieron clases de inglés en el MDC mientras se reían del fonema “z” de mi castellano. En mi primera visita al Versalles había un hombre que, sin pudicia alguna, me dijo que él fue quién falló el disparo que iba a matar a Fidel cuando estaba en Sierra Maestra. Junto al anterior, Don José, me impartió una lección sobre la repostería y elaboración de los pastelitos de guayaba y queso. María Isabel del Río, mi segunda mujer, me acogió cuando yo lavaba platos en una escuela al llegar aquí, hizo de segunda madre de mi hija y se definió como americana. Una mención a sus venerados padres que les debo el beneplácito de abrir sus brazos como si fuera su hijo en su pequeño hogar de Hialeah. Su amigo Florencio, un pinareño que me pasó un diccionario con el vocabulario propio de cubanismos; allí aprendí:  mamey, ajiaco, jutía, guanajo, batey, fotuto, jicotea, majá… Catalina de la Nuez, en cambio, me regaló mi primera guayabera negra.

Los cubanos que conocí en la universidad de FIU. El que me dijo con un vozarrón de hombre radial “yo soy homosexuá y amo a Luís Cernuda desesperadamente”, hasta el que me negó su condición porque estaba casado y “Dios lo ha querido así”. Mi amigo Rogelio Úbeda que me introdujo a Virgilio Piñera y que ahora vive en Mississippi. Humberto Horma el profesor de Camagüey que se rió de mí porque le dije que me  gustaba Songoro Cosongo del poeta Nicolás Guillén. Allí conocí a una cubana, más rusa de cara que caribeña, que hoy nos anuncia a diario la situación opresiva del país en pantalla digital. A mi amigo Ruiz Galván que organiza tertulias en un hermoso jardín bajo la luna. En este espacio acuden desde la mujer periodista que odia a ISIS y se sentó junto a Octavio Paz en la feria del libro, hasta el poeta azul que publica en New Yorker. El que se pregunta porque hoy es “tiempos de suicidios”. El suicidado que fue un amigo entrañable mientras vivió.  El desaparecido el año pasado el cual ayer celebramos su aniversario en facebook. El admirado poeta que aún busca a su estrangulador en la calle Flagler. El que tuvo el detalle de presentarme a Esteban Cárdenas, en paz descanse. Las poetisas todas (repito todas… y así ninguna puede justificar que no estuvo ). Al rey de los haikus caribeños que gana premios en Washington y a su compadre Pepermint mejor gourmet en arte y descubridor de figuras olvidadas de la historia. Así como del rey de proyectos arquitectónicos imposibles y gran conocedor y teórico del mundo urbano.

Mi amigo el caballero Insulano que sigue aún en cuarentena con sus versos. La librera Cristiana Nuestra que ya no organiza libros and libros sino franquicias por Miami en tiempos de ebook. (por cierto en la sede del Arsh Center un té vale 5 dólares… asere). Mi amiga psicoanalista que recoge mis pesares con una copa de vino un domingo al mes en el restaurante Talavera.

Los habaneros que inauguraron el primer blog importante de Miami. Esta Eslinda Cifuentes y este Caballero de París millonario en citas y filosofía kantiana. Sus cenas de palabras, arroz blanco con ensalada verde y merlot. Junto a ellos mi amigo el “rojo” más que Pink que nos da de tanto en tanto alguna disertación sobre Gutiérrez Alea, la obra de Carlos Luna, o del propio Bedia, de Yovani Bauta o Los Carpinteros. El balsero que atravesó el mar y el tiburón mermó su pierna… este gran diseñador y cocinero privilegiado para pocos.  El pintor de figuras Dro, grabador, asiduo a la selva amazónica peruana y amante de la cultura ashanika. El fotomontador que necesita animales muertos para que el arte sea arte. O el que busca la huella del caucho en las paredes de las autopistas para hablar de una ciudad desde sus autovías. Al rey de las papayas abiertas. Incluso Billy el Niño… el curador que organiza exposiciones en la pequeña Habana sobre el arte de los suyos y los del más allá.. El “comunista” que todos odian que vive en la isla y que tiene por antónimo la palabra “todo”. El curador que ya domina el inglés y puede dar lecciones sobre fotografía latinoamericana en cualquier páramo de EE.UU. A Xixo Chancho que ha venido de Nueva York para preguntarse “qué hago aquí… dónde está la cultura”.

Los que ahora hacen del teatro una vela de vanguardia. Desde los que están “en el teatro del fin del mundo”. O los que tuvieron que cerrar sus puertas en la pequeña Habana primero desde “la fama” y después desde “el té”. Los que se esconden en talleres industriales en la zona de Bird. Los que lo hacen teatro “hablando con arte” en la avenida 12 con la 6 calle, a todo este grupo de gente hermosa + el superego de su capitán que tiene el record de páginas de resume en su haber de todo el colectivo. Hasta los que en un container de microteatro encierran a gente en una balsa ficticia para hablar de un país de sueños muertos. A los que prodigan la comedia ligera como actrices star system o las que hacen del drama trascendente su bandera de éxito investida de Juana la loca o de loca de remate junto al paseo de un malecón .

Incluso a los que vienen a visitarnos de Cuba y desnudan su piel y su discurso en pos de libertad y entendimiento en ambas partes versificando a una particular Antígona. Al hombre del perro pigalle, a este héroe capaz de ver lo que otros ignoran (Gracias amigo). Gracias también al Wi-Fi. Un hombre que me conecta con lo mejor de los espectáculos en Miami sin necesidad de password. A mi amigo oscarito, simplemete por ser quién es. Al dramaturgo que tuvo que huir mientras protegía a su madre de las piedras en un acto de repudio. A su pareja que esta en “guerra” tierna con él, a pesar de su apellido. A los cineastas que rigen salas como una torre de marfil y a los que gracias a lo que rigen los destinos de la ciudad desde el MDC, nos permiten hoy este Festival Internacional de Cine en Miami.

A gente sencilla y honrada como nuestro director de impresiones gracias a lo cual nuestra revista sale anualmente y recién llegada de China. A su familia por supuesto. A la fundadora de Nagari y los suyos, a la de Baquiana que ya tiene su presión regulada gracias a la falta de sal de su amigo, a los de Conexos, los de Rácata, los de Signum Nous. Los que se reúnen alrededor de Cuba 8 bajo el nombre de un rey mago. A todos estos cubanos de la zona este de la ciudad.

… A los cubanos que no he citado y mañana van hacerme sentir culpable por ello. Y por supuesto a los cubanos de la isla para que juntos vuelvan a “reunirse” a partir de abrir sus brazos. Nunca mejor precisada la definición: volver a unirse… palabra básica para conseguir la libertad de un país que ya no puede esperar más… se lo dice alguien que también vivió una dictadura.

 

Nota (1) Los nombres de a continuación son ficticios

 

© All rights reserved Eduard Reboll

Eduard RebollEduard Reboll Barcelona,(Catalunya)

email: eduard.reboll@gmail.com

 

Sólo tu puedes escribir asi de ellos... los conoces muy bien y has capturado de cada uno su esencia... lo mejor y lo "peor" y con todo respeto a quien le toque esta palabra. Una catarsis asi es necesaria para dejar atrás cargas emocionales. En nuestro hogar, Miami, vivimos mucha gente más que tienen otros nacionalidades, rostros, mentes e historias que a diario observamos y compartimos... hoy han sido los cubanos...Cuando los demás que también conoces y que te brindan sus mundos, amistades y cariños? Adelante contigo mi amigo Eduard Reboll... el cronista humano de Miami tienes mucho que escribir!
Muy buen articulo de buen gusto y con la verdad en la mano. Habla de personas que jamas he conocido pero la manera como los presenta me hace pensar que si, gracias
Muy bien me viene lo de Wi-Fi sin password.......lástima que estoy a punto de agotar la energía Gracias por tan hermoso artículo sobre nosotros.....tus cubanos!

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