Desde que empezamos a vernos afectados en cómo debemos conducirnos, dentro de lo sanitariamente correcto, de acuerdo con las indicaciones gubernamentales que se nos imponen para evitar un incremento de casos por la pandemia, he notado en algunas personas la disposición de utilizar esta nueva norma del distanciamiento social en su comportamiento, pero con un mensaje diferente para el cual nos ha sido requerido.
Paco Sanguino ha elaborado una serie de acuarelas, a las que llama Social Distance Project donde se refleja perfectamente, el percibir distante de una sociedad y la sensación de vernos atrapados en una época que no parece pertenecernos.
Esta serie de escenas figurativas, donde los actores se presentan casi todos en algún lugar de reunión bien sea de trabajo o ambiente social y que además reflejan una estética influenciada por objetos de otra era, que al parecer y por los detalles de las vestimentas y elementos con los que el artista recrea cada escena, sería de años anteriores al tiempo que vivimos y en estas mismas, sus personajes nos sugieren temáticas inofensivas de la vida cotidiana o laboral.
En casi todas las imágenes, el creador confía en su facilidad con la representación de tipo social, que se ve desarrollada en sus papeles Canson de 300g. y una paleta de suaves tonalidades en las acuarelas que les destina, logrando escenas a primera vista comunes, pero con personajes definidos.
Salas de reunión y protagonistas en una aparente convivencia, pero donde está claramente interpuesta cierta rigidez entre los participantes, la cual deducimos, por la ausencia del acercamiento y miradas directas o conversaciones casi nulas entre personajes. Imágenes que evocan cierto desinterés entre ellos mismos, consumado en una rígida distancia y poca familiaridad.
En esta serie, aunque el artista no se ha detenido en esclarecer los pequeños detalles o gestos de sus personajes, para el espectador existe una interpretación contenida en el desinterés que demuestra cada figura de la serie y, hasta podemos presentir perfectamente cada emoción que se recrea en las facciones de sus protagonistas. Como si el creador estuviera retando al público a entender los pensamientos ajenos.
Tonos sepia hermanados a una escala de grises, son los contrastes que realzan y definen cada pieza de la serie, logrando alcanzar con estos tonos un impacto más cercano entre las sensaciones que el artista extrae del espectador y la obra que éste le presenta frente a sí. Esta clave del manejo del color le da a cada gramo del papel utilizado por el creador una alegoría y un encuentro con la realidad de cada uno, del publico que la esté observando. Habrá quienes simplemente vean el acontecer diario y estarán los otros, quienes se detendrán frente a éste diálogo para presentir una intimidad propia y diferente con cada escena.
Estamos en el año 2021 y las proyecciones de salud a nivel mundial nos dicen que debemos mantener aquella distancia corporal de seis pies, otra temporada más. Esto aunado a otras actitudes, me hace reflexionar en las distancias abismales que aumentan entre las personas que, con gestos y actitudes, se separan tomando algún desacierto por bandera, una actitud que cada día es más usual, pero que también trae consigo otro tipo de distancias. Otros añoran aquel contacto que enriquece la cotidianidad y ayuda a disolver los colores agrestes, convirtiéndolos en suaves tonos pasteles. Es esa, la paleta de matices, llenos de algarabía y abundante contacto la que estamos esperando se reanude.
Gloria MiládelaRoca
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