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Septiembre 2015

LA ISLA MÍNIMA (MARSHLAND). Un film de Alberto Rodríguez

poster_marshlandTítulo original La isla mínima Año 2014. País España. Director Alberto Rodríguez.  Guión Alberto Rodríguez, Rafael Cobos Música Julio de la Rosa Fotografía Alex Catalán Reparto Raúl Arévalo, Javier Gutiérrez, Nerea Barros, Antonio de la Torre, Jesús Castro, Mercedes León, Manolo Solo, Jesús Carroza, Cecilia Villanueva, Salva Reina, Juan Carlos Villanueva

Sinopsis España, a comienzos de los años 80. Dos policías, ideológicamente opuestos, son enviados desde Madrid a un remoto pueblo del sur, situado en las marismas del Guadalquivir, para investigar la desaparición de dos chicas adolescentes. En una comunidad anclada en el pasado, tendrán que enfrentarse no sólo a un cruel asesino, sino también a sus propios fantasmas. (FILMAFFINITY)

Marshland  es una apuesta novedosa a la hora de narrar un periodo en España delicado y tumultuoso donde tiene sus raíces la democracia actual: La Transición Española, que finaliza con el asalto al congreso de Madrid por parte del Teniente Coronel Tejero el 23 de febrero 1981 y se inaugura con la muerte del dictador el 20 de noviembre de 1975. Un periodo negro que estuvo aún regentado por las directrices y los personajes autoritarios que  tenían todavía influencia provenientes de la dictadura en el cuerpo policial.

 Ubicada en Andalucía y relatando la otra cara desafortunadamente conocida en el exterior de las palmas, las sevillanas y el traje de luces. Es decir, una Andalucía triste y recogida que tiene a su población a expensas del trabajo temporal y subyugado a los sueldos bajos decididos por sus terratenientes. Una tierra donde, si bien es conocida por el sol y la alegría, nos muestra su lado “jondo”  (doloroso) sin aparecer para nada ninguna letra de este género tan territorial en sus orígenes.

El set  del rodaje es un lugar privilegiado, el parque nacional del Coto de Doñana. Las marismas (marshlands)  del lugar permiten planos que son únicos por su belleza y oscuridad. Los hay que, combinados con una persecución policial, llegan a la maestría. Un ejemplo es el acoso a un forajido que roba animales protegidos en la zona huyendo a velocidad inimaginable. Y otro, es una secuencia en medio de la hierba alta, donde la lluvia y las heridas de bala que reciben los protagonistas  del asesino, se funden para crear una atmósfera de angustia  y humedad sublimes.

Todo thriller tiene sus capas de cebolla que se van desgajando  hasta llegar al corazón puro del fruto y encontrar al asesino. Soy de los que pienso que, en esta película, el género policial es una excusa para hablar de otras subtramas mas psicológicas (la de los detectives Pedro y Juan que investigan el crimen, sus pasados y sus fantasmas), geoestratégicas ( las marismas como lugar de contrabando de droga, pesca y caza furtiva),  políticas (la corrupción entre empresarios, policía e instituciones oficiales). Aparecen también temas como la nueva prostitución relacionada con la pornografía en la época o las relaciones de servidumbre y poder entre distintas clases sociales.

Alberto Rodríguez (7 vírgenes, Grupo 7…) ha conseguido los máximos galardones de los Goya este año 2015 así como en el Festival de cine de San Sebastián. La película toma un cariz y una textura particular en su fotografía (Álex Catalán) que si no fuera porque sabemos quiénes los interpretan y de qué trata podría funcionar perfectamente como una película indie americana. Javier Gutiérrez adopta  un papel que bien uno quisiera regresar a la época de los cromos y el álbum para guardar ciertas escenas donde aparece. Lo mismo Raúl Arevalo  o Antonio de la Torre más hieráticos que nunca. Carlos Boyero, crítico de El País, la comparó con la magnífica serie True Detective. Es posiblemente, la mejor película del año del cine español. ER

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