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enero 2015

ESPERANDO LA CARROZA. Autor Jacobo Langsner. Director. Alejandro Vales. Producción Cirko Teatro

Esperando la carroza medianoTeatro 8. Dirección 2101 SW. 8 street Miami, Fl, 33135. Sábado 6.00

Humor negro bajo sello argentino

Autor Jacobo Langsner.  Director. Alejandro Vales. Elenco. Jessica Álvarez Diéguez, Carolina Laursen, Yanina Aranez, Vero Pereyra, Luisa Torres, Zoé Vales, Claudio Giudice, Fred Karis, Fabián de Paz y Alejandro Vales. Producción Cirko Teatro

Vamos a empezar por el final.  Al acabar la función, los actores salieron a recibir a su público, como siempre, con complacencia y cariño en el hall. Me acerqué a  la actriz Jessica Álvarez (Elvira) y le pregunté por el título. ¿La carroza es…? “Si, no sigas, para nosotros los argentinos “la carroza” es el transporte de la funeraria”. Y es que, en esta obra, aparece un cadáver y viene equivocado de lugar. En el fondo, nadie sabe de seguro a quién van a velar. O quizás no sea necesario hacerlo porqué…

– Disculpe señorita, ¿aquí hay un muerto? – …No, una muerta.

Mamá Cora es una abuelita que tiene la aparente compasión de sus hijos y, a la vez, su rechazo por los problemas que ocasiona estar a su cuidado. Solo Jorge, el primogénito y su histérica esposa, Susana, la tienen en casa con la queja que le provoca tener que aguantarla por los problemas que le ocasiona con su bebé. Ella quiere desprenderse porque piensa que ya ha estado bastante tiempo soportando los desvaríos de la anciana en su familia. La discusión con el resto de los hermanos y la desaparición de casa de mamá Cora, llevarán la obra a la tensión interior de esta magnífica comedia de humor negro, del uruguayo Jacobo Langsner. Llevada al cine en 1985 con mucho éxito por Alejandro Doria, estuvo interpretada por el famoso y querido Antonio Gasalla que hizo popular a su personaje Mamá Cora, incluso, bajo una versión sui generis con la aclamada presentadora de televisión bonaerense, Susana Jiménez.

La pieza arranca en casa de Jorge y Susana (…no la Jiménez). La viejita se lía a sí misma y con su nieto, un recién nacido, mientras confunde una pasta de mayonesa con una masa para hacer pasteles en el horno.  El acto principal se desarrolla en casa de Sergio, un vago de cuidado y hermano del primero, y la bien ocurrente y divertida Elvira y cuñada de Jorge. El día de los hechos esperan al otro hermano, Antonio, un mafioso de alcurnia y su espectacular y flamboyante esposa Nora, para recrear y mofarse de sus desdichas:

Qué miseria che!, ¡Qué miseria! ¿Sabías lo que tenían para comer? – Empanadas.-Tres. Me partieron el alma. Tres empanadas que le sobraron de ayer. ¡Dios mío qué poco se puede hacer por las personas!

Todo y una puesta en escena clásica -el salón de un comedor con su correspondiente mesilla, teléfono y sus entradas y salidas hacia las dependencias de la casa- los actores resuelven con talento, buen humor e hilaridad, unos diálogos mayormente disparatados que no esconden por ello, su punto de denuncia social en la parodia. Una situación ya histórica en la sociedad moderna actual.

 ¿Qué hacemos con los ancianos cuando ya pierden su conciencia? Quizás el humor sea una buena receta y una sugerente entrada para la reflexión, antes que “la carroza” los venga a buscar y se los lleve al camposanto.

Si yo no estuviera aquí, diría que estoy allí . Dice Mamá Cora.

Todo dicho. Quizás una de las mejores comedias de año donde inteligencia y humor se combinan. ER

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