saltar al contenido
  • Miami
  • Barcelona
  • Caracas
  • Habana
  • Buenos Aires
  • Mexico

Diciembre 2013

EL PACIENTE INGLÉS. Un film de Anthony Minghella

el paciente inglesAmar…es amar y punto.

Titulo Original. English Patient. Año.1996. País. Reino Unido Director Anthony Minghella .Reparto Ralph Fiennes, Kristin Scott Thomas, Juliette Binoche, Willem Dafoe, Naveen Andrews, Colin Firth.

Sinopsis 

Un desierto con sus dunas rojizas al atardecer está bajo nosotros como espectadores. Entre él y nuestra vista un aeroplano vuela con dos pasajeros. Son László Almásy (Ralph Fiennes) y Katharin Cliford, (Kristin Scott Thomas)  Al instante serán derribados por un convoy antiaéreo alemán. Estamos al principio de la II Guerra Mundial en Egipto. Un equipo de arqueólogos ingleses busca el origen prehistórico de una cueva, Las cuevas de los Nadadores. Financiado por un supuesto millonario Geoffrey (Colin Firth) que trae a su mujer para que viva junto a él sus aventuras, ésta será seducida por el Conde Almásy en su doble lance: su pasión por el trabajo y su personalidad independiente.

Al otro lado de la historia, otra historia…

Una enfermera llamada Hana (Juliette Binoche) atiende en el Norte de Italia a los soldados lesionados de la misma guerra en un hospital de campaña. En medio de su agotador trabajo mueren dos seres queridos: su novio – en el frente –  y su mejor amiga producto de la explosión de una bomba. El batallón británico al cual pertenece parte de retirada. En su huida, un campo minado  obliga al convoy a detenerse por un tiempo y a establecerse en un pueblecito de la Toscana. Hana escogerá como refugio un pequeño monasterio abandonado junto a la villa. Allí convivirá con cuatro personajes: ella, un zapador de origen sijh, Kip (Naveen  Andrews) de quien se enamora, un hombre misterioso y perturbador, David Caravaggio (Willem Dafoe) que viene en busca de venganza; y un hombre herido, “el paciente inglés”,  totalmente quemado y moribundo que contará su historia amorosa y bélica acaecida en el Norte de África a través de un libro de Heródoto, Historia, lleno de apuntes y dibujos añadidos.

Varias son las cosas que habría que destacar de este casi impecable film. Empecemos por la manera dual de dar a entender el amor. Por un lado el amor es una trampa tantas veces dicha entre quien lo requiere y quien aparentemente lo rechaza en su lado más conflictivo: la posesión. Cuando aparece este sentimiento las salidas del mismo varían tanto en la vida real como en los guiones pero se mantiene un vínculo común que sostiene las historias: la pasión. Minghella abre sus ojos y trata al Conde Almásy como un excéntrico –a veces con trazos de loco-  “Discúlpeme si parezco brusco. Se me han oxidado los modales sociales.” que a la vez hace más apetecible a su amada Katharin.

En el otro lado de la historia el amor es imposible de ser retenido…todos los amores se van. Hay incluso una maldición en el personaje de Hana “todo el que me ama encuentra la ….” dice Hana en un acto de contrición y llanto : alcanzar el amor,  es matar el amor en ella porque sus amados fenecen durante el conflicto bélico. Por supuesto Hana ama a muchos…sólo aquél que ama a muchos siente sus pérdidas. Pero al final, el director, deja abierto su emparejamiento…quizás haya uno que no muera y regrese algún día a su lado.

Ralph Fiennes está memorable en distintos registros:  de arqueólogo preocupado por sus hallazgos, con esmoquin y brillantina en una fiesta colonial; de derrotado ante la muerte de su amada; de traidor a los aliados vistiendo el uniforme alemán. O cuando desde la dificultad, articula  palabras a Hana bajo su piel espantosamente arrugada por las quemaduras de su accidente de avioneta. Hana, en cambio mantiene la frescura brioix (Binoche) de mujer blanquecina, radiante y niña, dispuesta a recibir cualquier emoción en direcciones opuestas: las que ofrece un espíritu enamorado y de caída por la situación real en la que vive. William Dafoe, si bien siempre es escogido a menudo en el mismo papel de desequilibrado-posible, aquí sigue en su trayectoria actoral sin moverse un ápice de su papel. Hay un personaje de origen hindú que rompe los esquemas occidentales –gran acierto en este caso del autor de la novela y guionista también Michael Ondaatje nacido en Ceilán. Que ante su belleza masculina y su valor, nos cautiva por su poder humanista y resolutivo.

Hay escenas destacadas en ambos lados del doble relato.

En el lado italiano, una antológica ya citada en todas las críticas anteriores: una fiesta sorpresa que Kip le prepara a Hana, donde encerrados en una capilla, ella contempla, supuestamente, obras del florentino Piero de la Francesca, bajo la luz de las velas ( no les describo la escena para que la disfruten cuando la vean). Secuencias de vértigo en el hospital de campaña –a cargo de la dirección fotográfica del oscarizado John Seale- o totalmente literarias en pleno desierto cerca de Tobruck, que transcurren con la misma cadencia que el viento sobre las dunas. Un momento único aparece cuando en una lectura de Hana al Conde Almásy lee estas palabras de Katherine de su libro, escritas antes de morir sola. Palabras que encierran o cierran, a mi entender, la metáfora de ambas historias y que dejan al espectador boquiabierto en su final:

Morimos. Morimos ricos y con amantes.. tribus… sabores que hemos tragado… cuerpos en los que hemos penetrado y nadado como si fueran ríos… Miedos en los que nos hemos escondido como en esta infeliz cueva donde muero… Quiero que todo esto se grabe en mi cuerpo… La lámpara se apaga… y estoy escribiendo en la oscuridad.

Curiosamente Anthony Minghella murió relativamente joven y en plena efervescencia creativa a los 54 años de un tumor cerebral. Esta película se llevó 9 óscars. Ya es un clásico. Antes de irse, nos legó dos obras importantes : TheTalented  Mr. Ripley basada en una obra de Patricia Highsmith y Cold Mountain. Fue además un gran dramaturgo. Descanse en paz. ER

 

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.