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Julio 2018

LA MEJOR POESÍA DE PÉREZ ALENCART VERTIDA AL ITALIANO. ENRIQUE VILLAGRASA

(*) Fotografía: Alencart retratado en Mantua por Paula Castagna, fotógrafa del Festival Tierra de Virgilio, dirigido por Stefano Iori

 

La poesía de Alfredo Pérez Alencart (Puerto Maldonado, Perú, 1962), afincado en Salamanca desde hace más de tres décadas, no deja de darnos enormes y gratas sorpresas; ahora es una maravillosa antología bilingüe con sus mejores poemas traducidos al italiano. ¡Admirable Para después/ Per il domani. Antología hispano-italiana!

Este libro me resulta especial por el amor que he tenido por la poesía italiana desde mis años jóvenes y leer agrupados los esenciales poemas y versos del poeta y profesor Alfredo Pérez-Alencart, que figuran en otros poemarios, me estimula, pues es tanto el entusiasmo que pone en sus composiciones que contagia. Y sus poemas recientes Ante el mar callé / Davanti il mare, tacqui, me tienen ganado. “Piso arenas que perdieron su desierto/ Calpesto sabbie che persero il loro deserto” (Traducción de Stefania Di Leo). Así pues, los traductores de esta magna obra de Pérez Alencart son Gianni Darconza, la citada Stefania Di Leo, Beppe Costa, Martha L. Canfield y Gabriel Impaglione.

 

La poesía de Alencart destaca porque habla del amor, siempre del amor. De hecho, son sus versos el mejor homenaje que he leído al ser amado en esa su antología de poesía amorosa bajo el título de Una sola carne. Pero no solo de amor y vida habla el poeta en estos versos vertidos al italiano, también hay amor y dolor, también el peligro de la fama y la envidia, advertencias con ecos de la Comedia dantesca y del trabajo. Poemas todos con ecos de Virgilio, están en la sección Virgiliana (pp. 18-31), que incluye siete poemas inéditos, escritos entre 2012 y este año, en homenaje más que claro al poeta nacido cerca de Mantua y traducidos por Darconza.

 

La mayoría de los poemas de esta antología estaban publicados tanto en español como en italiano, aunque dispersos, ahora se agregan esos siete poemas inéditos. Así, son 40 poemas de magnífica factura, que están arropados, como en cada uno de sus libros por pinturas que conmueven y emocionan, como son las de Miguel Elías, entre otros; como la portada de esta antología: un fragmento de Il regno di Amore de Lorenzo Costa el viejo, fallecido en Mantua en 1535. Todo gira en esta antología alrededor de Mantua y de Virgilio.

 

Inicia la antología el poema Lo más oscuro, después los siete de Virgilina, Tras la niebla, otros siete de Regreso a Galilea, ocho poemas de Mujer de ojos extremos y otros poemas, tres de Ráfaga de Reforma, Despido a los cincuenta de Hombres trabajando, Holocausto, seis de Almanacco dei poeti e della poesia contemporanea, cuatro de Ante el mar, callé y Wari Pachakutek cosecha las primera papas en el viejo mundo.

 

De la poesía de Pérez Alencart qué puedo decir que no se haya dicho ya. Es que es un gran poeta, con su sutil maestría expresiva; formalmente rica y bien ornamentada, de estética sencilla y de ética consumada, preciosista y gran sentido de la poesía esencial. Poemas todos, los de esta antología, de dicción profunda, brillante, lúdicos, lúcidos. Versos que aúnan gozo, vivencia y reflexión.

 

El poeta desentraña, temor y temblor, el misterio que mana de la vida vivida. El poeta sigue fiel al culturalismo activo y expuesto de forma sencilla, sin caer en el intelectualismo. Es esta antología una forma de expresión de un discurso compacto e integrador poéticamente hablando. Así, pues, el poeta en estos poemarios seleccionados nos pergeña su experiencia cotidiana y cultural, ambas imbricadas cual tejado mediterráneo. Creo firmemente que este es el camino de conocimiento y exploración expuesto por la poética de este poeta afincado en Salamanca.

 

La poesía de Pérez Alencart está basada en la memoria, en la mirada que recorre esa memoria y en el lenguaje con el que pergeña ese dibujo que la mirada realiza de su memoria. Es pues, no cabe ninguna duda, una antología que da cuenta de su ser poeta contemplativo y meditativo a la vez, que observa la naturaleza humana y se funde con ella, es uno con el paisanaje. Es una selección de poemas por ese gran amor que tiene con y para los lectores; y con y para los poetas italianos como Virgilio y Horacio, Dante y Petrarca, y también con y para los maestros contemporáneos como Ungaretti, Montale, Quasimodo, entre otros, no me cabe duda.

 

Tenemos pues, ante nosotros, una antología de sus versos traducidos al italiano, de gran calidad y belleza donde la mezcla de las diferentes estructuras poemáticas convive con naturalidad con versos contundentes. Es un poeta con excelente sentido del ritmo y sus poemas dan cuenta de la variedad de formas. Esa musicalidad está al servicio del poema para gozo del lector que se acerque hasta ellos. Entre otras cosas se reflejan aquí el amor y el paso del tiempo y hacen de Para después una lectura justa y necesaria. Poesía que entra por los poros y se adueña de todo.

 

Solo me queda decir: gracias poeta Alfredo Pérez Alencart por esta nueva antología de tamaños versos, que nos ofrece lecciones de humildad: “Cuando ya no esté/ ni emocionado pueda verlos/ porque mi alma salió,// no lloren/ por el ayer que fui/ hacia arriba o hacia/ abajo.// Dos partes haga/ de las cenizas.// Aviéntelas luego/ a los ríos que me surcaron/ el corazón.// Y díganme adiós/ con un salmo de aquel/ que venció a Goliat.// Así abriré mi ventana ciega/ con mi alma recostada/ en un olivo// de Getsemaní”.

 

© All rights reserved Enrique Villagrasa

Enrique Villagrasa (Burbáguena, Teruel, 1957), reconocido crítico de prestigiosas revistas literarias españolas, escribe sobre la antología hispano-italiana del peruano-salmantino Alfredo Pérez Alencart.  Villagrasa reside en Tarragona y es periodista, poeta y lector de poesía. Ha escrito varios libros de poemas, estando sus versos publicados en diversas revistas tanto en papel como en formato digital. Ha sido incluido en varias antologías y traducidos algunos de sus poemas a otros idiomas: al árabe por Khalid Amraniy; al francés por Belén Juárez y por Geneviève Baudry; al italiano por Emilio Coco; al húngaro, por Szijj Mária; al inglés por Rosa Lafuente; al ruso por Tatiana Mamaeva; al chino por Huaping Han; al rumano por Elena Liliana Popescu; al croata por Željka Lovrenčić; y al portugués por João Rasteiro y Carlos Castilho Pais. Colabora como crítico en periódicos y revistas literarias. Su último poemario es Lectura del mundo (Isla de Siltolá, 2014).

 

Felicitaciones, Alfredo. Tu poesía es de alta calidad ética y estética.
Una estupenda reseña de tu profunda y conmovedora poesía, amigo Alencart. Felicito a Villagrasa por su generosa lectura y atinado comentario.

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