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Junio 2018

LA CASA Y LO SOCIAL COMO TEMAS. Obra Plástica de Florentino Díaz

Fresnedoso de Ibor, Cáceres, 1954. El cacereño Florentino Díaz destaca por su larga y fructífera trayectoria, ha presentado su obra en galerías nacionales e internacionales así como en diferentes museos y centros de arte como el CAB de Burgos, MEIAC de Badajoz, Museo Barjola, Museo de Cáceres, Casal Solleric. Conde Duque, Círculo BBAA, Espai 4…

Su obra está representada en numerosas colecciones como CGAC (Centro Galego de Arte Contemporáneo), CAB de Burgos, MEIAC, Colección de arte Contemporáneo Testimoni de La Caixa, Fundación CocaCola España, Asuntos Exteriores…

Destacar de sus numerosos premios, su paso por la Academia de España en Roma y la Beca Marcelino Botín.

 

“Lo diré desde el principio: siento una intensa admiración por la obra de Florentino Díaz, por su proyecto, por sus búsquedas, por su ánimo, por su extraña mezcla de entrega, distancia e ironía. A medida que pasa el tiempo, más me sorprende la claridad con la que, desde sus inicios, se desmarcó de propuestas generacionales y se adentró en caminos solitarios, difíciles, poco vistosos. Pasan los años y sus imágenes (las de entonces y las de ahora) se mantienen y piden entrar en debates, mayores…

Desde el principio, elige materiales, evocaciones, imágenes o recursos a la vez primarios, aparentemente sencillos, de fácil visión, pero cargados de sentido, de información visual, emocional. Con ellos consigue plantear una propuesta que no tarda en depurar, intensificando el efecto de los motivos, introduciendo una cada vez más fina ironía. Para cada una de sus intervenciones nos reserva una sorpresa: la utilización de un nuevo material, el desarrollo de una idea antes sólo esbozada, la revisión de una salida relegada, el juego con las escalas, la dimensión física y conceptual del proyecto” Miguel Fernández Cid

 

 

 

 

Arquitecto de los sin-casa y de los que la habitan

 

Los propios títulos de sus exposiciones hablan por sí mismos.

 

El estanque de las tormentas. La casa no es habitable. 2008”. “Incómoda ciudad. El jardín de Goethe 2010”. Europa: Pasajes de invierno.2015” ESH. “Las banderas no dejan ver la casa.2016”…

 

Temas que abordan aquello que uno le preocupa en su día a día. Noticias intempestivas en los periódicos españoles sobre desahucios. Ocupaciones de espacios urbanos y edificios por parte de gente sin recursos. El tema recurrente del alquiler y la compra. La función de los bancos en el declive del poder adquisitivo por sus pérdidas sufragadas con dinero público del Estado. La emigración…los símbolos sustitutivos a estos temas con noticias de “sociedad’ o completamente nimias que omiten la realidad cotidiana en la Península Ibérica.

Florentino lo hace desde el minimalismo o desde el mismísimo arte povera. Utiliza objetos olvidados o abandonados en la basura y compone con sencillez mensajes de construcción. Tanto da si este relato es para idear una manera de denuncia ante lo que sucede, como si puede aportar soluciones a quién lo lea como espectador. No importa el lugar o procedencia, ni el origen social ni la lengua. En inglés, si es preciso: “No country”, “No house”. O desde referencias a Mondrian y sus composiciones bajo los colores básicos encuadrados en barras de metal modulando la forma infantil de una vivienda.

 

Hay incluso, más que comicidad, drama sobre mensajes que diluyen el significado inicial colocando unas simples banderas en el esbozo de una casa que la sujetan cuatro manillas en la puerta. Posiblemente evocando finalizar la fiesta de bienvenida y dar posibilidad a abrir la puerta como emergencia real ante quien la ocupe. La necesidad humana de cobijo encubierta bajo una simpleza formal que requiere hacerte preguntas.

En una entrevista que se le hizo en El Cultural de el diario El Mundo en 2013 dice

P.- ¿Hay entonces en su obra un equilibrio entre la importancia de la forma y la

importancia del concepto?

R.- Lo más importante es el contenido, es lo que me mueve a iniciar el trabajo a

partir de los estímulos más cercanos, de lo cotidiano… de la vida. Después busco la

forma de materializarlo y en ese momento recurro a mi bagaje y mi experiencia.

 

Queda explícito en su obra que, sin no hay nada que contar, no hay arte posible. ER

 

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