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Noviembre 2016

BOB DYLAN Y EL URINARIO DE R. MUTT. Eduard Reboll

La Academia Sueca ha decidido otorgarle a Bob Dylan una pieza única a título metafórico: La Fountain de Marcel Duchamp (R.Mutt como pseudónimo) que expuso en el museo de Nueva York en 1917. Esta obra que traduce “el objeto encontrado” como parte del arte, marcó un antes y un después en este perímetro de las miradas.

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A partir de ahora, cualquier literato que aspire a abrir nuevos caminos, tendrá que reflejarse en el agua de este recogedor de pipí que es hoy el autor de Like a Rolling Stone o Blowing in the Wind. Y que nadie interprete que hablo de las cloacas de su interior como algo nauseabundo; bien al contrario. Tampoco de un género que no sea conocido en otro campo. Sino de una nueva habitación a incluir en la casa líquida de la Literatura que diría Bauman y que ninguno había pensado con anterioridad.  Ahora la música propiamente dicha junto a la palabra …es literatura.

La poesía ya no va ser nunca más el oficio de la imagen creada, el juego de términos similares en la estrofa, o la metáfora a partir del verso. Poesía es, desde este momento, la palabra hablada o escrita que abre nuevas sendas al pensamiento y a la historia con nuevas categorías a incorporar fuera de su lenguaje propio y conocido.

La pregunta y mi respuesta

Más aún: ¿Qué es lo que en verdad está en juego en este premio?: el género de la composición musical junto a sus contenidos. Sea desde la lírica de las letras por sí mismas, o desde la fusión con la eufonía. Desde ahora, nos podemos cuestionar si se lo merece Leonard Cohen, Lou Reed. O si hubiera sido mejor que se lo concedieran a la nouveau chanson de Georges Brassens o Jaques Brel en los años 70. A Serrat, Sabina, Silvio Rodríguez al acabar el siglo. O al propio poeta y cantautor brasileño Vinicious da Moraes. A partir de aquí, la reivindicación de la oralidad y su melodía: un todo determinado para la creación y difusión de un mensaje; independientemente de la cantidad literaria producida o publicada en papel.

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Referentes rupturistas

En la historia hay cientos de ejemplos que por el solo hecho de ser impartidos en una cátedra de Arte o Lengua y Literatura hoy ya no están cuestionados por el público. Y en cambio, sí lo fueron en su día por la crítica especializada dentro de su género.

No olviden el reto que supuso para el artes plásticas de principios del siglo XX las Demoisselles d’Avignon de Picasso frente la rutina impresionista de Cezanne o Manet. Y a la vez, éstos mismos frente al realismo de Renoir o Corot. Recuerden la marea crítica y de los medios surgida ante la aparición del movimiento Dadá de Tristan Zara. O el revuelo que supuso el final de las vanguardias para los amantes de la creación visual. Díganselo al propio Bretón con el ejercicio de su escritura automática salida del subconsciente para los literatos del momento (Mi mujer ojos de agua para beber en prisión /Mi mujer ojos de leño siempre bajo el hacha). La entrada del jazz o la música rock por parte de Elvis frente a la elegancia de las big bands en los salones adinerados de Manhattan. O la incursión de la danza como lenguaje no bucal, e imprescindible para entender una obra del grupo teatral Peepping Tom en la actualidad. En cualquier medio establecido en este momento, hoy, gracias a la intervención valorativa de la Academia, la-letra-de-una-canción-acompañada-de-su-música será literatura de alta clase si así se amerita por sus miembros compitiendo con la prosa, la poesía, el teatro u otros géneros que surjan a partir de su híbridos.

Dentro de una década el mundo hablará de la dicotomía que se originó el 13 de octubre de 2016 entre la comunidad literaria del Planeta ante tal premio. Desde lo que pensaron que Phillipe  Roth, Milan Kundera, De Lillo, o Margaret Atwood se lo merecían en la prosa, hasta como Zoé Valdés y otros bardos propusieran que fuera Adonis el poeta sirio vilipendiado por la guerra, o un servidor que lleva años revindicando al novelista portugués Lobo Antunes.

La realidad

La palabra literatura viene del latín litteratura: la producción que hace una litterator, es decir, un maestro que cultiva y trabaja la littera; la letra. ¿Alguien ha pensado alguna vez porque la narrativa de una canción se le llama “letra”, origen etimológico de este gran género que Alfred Nobel concibió como un gran valor de avance desde una visión humanista?

Posiblemente, por las disputas que debió haber a título nominativo en la toma de un acuerdo en el jurado, se decidió omitir los “egos” en cuestión de los escribidores y escribidoras citados anteriormente…Y lo sigo pensando: lo de menos es Bob Dylan y lo importante es la apertura de un nuevo género que, si bien es súper conocido en el campo musical, no lo era en el que abordamos hoy. Una decisión que obliga a rehacer y revisar la historia de la literatura a partir de ahora en la escuela o en las universidades.

Lo que sí ya corre es un bulo del cual me adhiero. Un autogol que dice así

El Premio Nobel de Literatura de este año ha sido para el jurado y su concepto de fusión”

Desenlace epistolar

“Mi querido Bob Dylan

Entiendo tu postura de sorpresa y oscuridad mental a día de hoy… Y no quiero que olvides que sólo tú tienes la decisión de poder orinar en tu Fountain propia que te han otorgado. La soledad y el silencio que implica la micción a nuestra edad solo lo sabe nuestro interior y la próstata. Yo te animo a presionar el agua del retrete y a recoger el premio. Dedícaselo al género de la composición musical y a sus autores: a todos los que han formado, forman y formarán parte de ello. No olvides aquella letra que compusiste que te anuncia como ser mortal un día de felicidad

It’s gettin’ dark, too dark to see
I feel I’m knockin’ on heaven’s door.

de Knockin’ on heavens door. Bob Dylan

… Ya llegaste hermano. No olvides: You never turned around.

Nota final. Hoy 28 de octubre se acaba de anunciar a los medios de comunicación que Bob Dylan recogerá el Premio Nobel de Literatura 2016. Desde la ética decir, que este artículo se acabó de escribir el 20 de octubre de este año. Punto y final. Se cumplieron mis presagios a pesar de mis amigos literatos detractores -… que son muchos- a mi alrededor. Espero que el discurso el día de su proclamación sea desde la letra, la armónica y su guitarra frente a los presentes. Abogo por una indumentara de jeans, camisa texana y sombrero de ala ancha. My Bob please… no tuxedos.

© All rights reserved Eduard Reboll

Eduard RebollEduard Reboll Barcelona,(Catalunya)

email: eduard.reboll@gmail.com

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